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El milagro de Jesús: Trindade salvó el debut de Diego Forlán en Peñarol

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Jesús Trindade
MARCELO BONJOUR

TORNEO APERTURA

Un gol del mediocampísta en el minuto 90 le dio una inmerecida victoria al aurinegro, que no jugó bien y que solo debe rescatar los tres puntos.

Ganar. De eso se trata el deporte profesional. Los medios importan menos que los puntos, eso está claro. Diego Forlán debutó como técnico en Peñarol, a donde llegó decidido a imponer un estilo nuevo. Por ahora no se vio, pero el triunfo 2-1 ante Cerro le permitirá trabajar sobre su idea sin tanta presión. No fue una victoria merecida, pero sí con el mérito de haberla conseguida con un futbolista menos luego de la expulsión de Thiago Cardozo.

Poco juego colectivo, fragilidad en la defensa, poca contención en el medio, dificultades para frenar el juego por banda del rival e imprecisiones en los envíos a la hora de atacar fueron el común denominador en el aurinegro.

Es cierto que hubo muchas bajas, incluida la del capitán Cristian Rodríguez a último momento, pero también las tuvo Cerro. Y si se notan en un equipo grande, mucho más en un equipo con menos recursos humanos al que el técnico Nathaniel Revetria pudo echar mano. Aún así, Cerro se adaptó mejor a la realidad.

Con un planteo un tanto conservador (3-5-2) copó la mitad del terreno, llegó por las bandas y contó con tres figuras muy importantes: Cristian Cruz por la derecha, con un despliegue infernal; Leandro Paiva por su explosión, pegada (anotó el 1-1 de tiro libre con un soberbio zurdazo) y velocidad bien utilizada para anticipar un montón de veces a los rivales; y José Luis Tancredi que es el cerebro de este Cerro. Con mucha astucia y movilidad (el apodo de “Gato” le queda al pelo) jugó, hizo jugar y tuvo dos claras situaciones para anotar: un disparo en el travesaño a los 43’ con el partido ya 1-1 y un anticipo a los 53’ con disparo que dio en la parte externa de la red.

Peñarol vs. Cerro
Thiago Cardozo se estiró pero no pudo detener el tiro libre de Paiva para el 1-1. Foto: Marcelo Bonjour

¿Y Peñarol? Pasivo hasta la exasperación en algunos momentos. Lo mejor fue el circuito prometedor que armaron por izquierda Gabriel Rojas y Christian Bravo, porque el sector derecho compuesto por Giovanni González y Facundo Pellistri nunca encendió.

Para rescatar en el aurinegro dos cosas: el gol de Xisco a los 10’ por la confianza que le da, pues era de los que más se jugaba luego que Forlán se la jugara por él como centrodelantero en lugar de Lucas Viatri y además porque a Peñarol le venía costando anotar y en pocos minutos lo hizo. Y lo segundo es el ingreso de Gary Kagelmacher, que por la desgraciada lesión de Fabricio Formiliano (hombro) ingresó y en pocos minutos demostró no solo solvencia, sino un empuje que fue el revulsivo para que a los 90’ Pellistri se enchufara por primera vez, desbordara y Trindade mandara la pelota a la red para el 2-1 a esa altura con 10 por la expulsión del arquero Thiago Cardozo.

Forlán tiene mucho para mejorar aún, pero tanto él como Peñarol comenzaron ganando, que no es poco.

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