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El nuevo Palillo Vanzini: representante, traje, corbata, oficina y en la misma agencia que trabaja con Bale

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El lugar. El Palillo trabaja en un entorno ideal, en una vieja casona de Carrasco que tiene un estilo inglés. Aunque también viaja mucho a Europa y Punta del Este y está poco acá. FOTO: M. Bonjour.
MARCELO BONJOUR

ENTREVISTA

El exjugador, cinco veces campeón del Uruguayo con Nacional, es el director en Uruguay de una importante empresa de representación. Buscan un perfil europeo en los futbolistas.

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Desde hace poco más de un año y medio Marco Vanzini trabaja como director de la sede de Uruguay y Paraguay de la empresa ICM Stellar Sports, una agencia inglesa que se dedica a la representación de jugadores, una de las más grandes del mundo. “El equipo de trabajo gestiona todas las facetas de la vida de un jugador con el fin de garantizar que se concentre en ser la mejor versión de sí mismo y, a la vez, disfrutar de todos los beneficios que su talento y trabajo merecen”, describe la página web de la empresa, que tiene jugadores de la relevancia de Eduardo Camavinga(Real Madrid), Saúl Ñiguez, quien recientemente dejó Atlético Madrid para pasar a Chelsea, o el propio Gareth Bale (Real Madrid).

Vestido con un traje impecable, el Palillo trabaja en un entorno ideal, en una vieja casa al estilo inglés en Carrasco. En una de las oficinas del lugar explica cómo llegó a esta empresa de Inglaterra, después de haber trabajado algunos años como representante independiente. “Tuve una reunión con Jonathan Barnett (presidente y fundador de la agencia ICM Stellar Sports, nombrado en 2019 el agente deportivo más poderoso del mundo según Forbes), que fue de conocimiento, después hubo otras reuniones en Uruguay, hasta que llegamos a un acuerdo y se armó el proyectó de crear una oficina en Sudamérica. La función que nosotros tenemos es la captación de futbolistas con un perfil que pueda tener un futuro en Europa”, dice.

En la empresa están trabajando junto a Vanzini los exfutbolistas de Nacional Pablo Caballero y Damián Rodríguez. “Tratamos de que sean exjugadores porque saben lo que es estar adentro de una cancha y es importante en la captación”, explica.

¿Qué involucra un perfil europeo? “Obviamente que es importante que tenga condiciones técnicas y físicas, pero te diría que al mismo nivel de importancia está la parte de la persona y del futbolista fuera de la cancha. De nada nos sirve empezar a trabajar con un futbolista que adentro de la cancha sea bueno y que afuera no tan bueno”, comenta Vanzini con claridad, convencido de lo que dice y gesticulando mucho.

Marco Vanzini hablando y gesticulando en su oficina. FOTO: Marcelo Bonjour.
Marco Vanzini hablando y gesticulando en su oficina. FOTO: Marcelo Bonjour.

Al ser consultado si ese rasgo de futbolista que ellos buscan coincide de cierta forma con el perfil de jugador que Óscar Tabárez ha citado generalmente para la Selección de Uruguay, Vanzini analiza: “Tal cual. Lo del Proceso Tabárez es algo muy explícito, muy notorio; las características afuera de la cancha son muy similares y por ese camino es la línea que nos baja la empresa desde Londres del tipo de futbolista para trabajar. De hecho, cuando nosotros desembarcamos acá elegimos a Joaquín Piquerez en Peñarol y teníamos que tener otro en Nacional, que fue Agustín Oliveros. Entonces, dos jugadores en los equipos grandes con las mismas características como persona, mismo perfil, un prototipo de jugador con una familia de sostén muy buena y tratamos de que esos sean los pilares para marcar el camino de todos los que vengan atrás”.

CREDIBILIDAD. Actualmente, la empresa en Uruguay está en una etapa de captación de futbolistas y tiene cerca de 25 representados más 10 en Paraguay. “Nosotros les damos un soporte muy grande afuera de la cancha, tanto en la parte emocional, como mucho apoyo en los estudios, en el crecimiento personal. Aparte de darle el sostén para que puedan rendir adentro de la cancha, les brindamos un sostén para que puedan manejarse de una buena forma afuera de la cancha”, añade Vanzini, haciendo referencia a que se lo capacita al jugador en el manejo de las redes sociales, en cómo enfrentarse a una conferencia de prensa o a un periodista, a la gesticulación, tácticamente a tener una buena comprensión del juego y se lo incentiva a aprender idiomas.

“Me gusta aportarle algo más al futbolista, aparte de una transferencia y de que pueda crecer económicamente. Disfruto ver el crecimiento de ellos. Tengo la suerte de tener muy buena llegada al jugador y te da mucha satisfacción cuando esa charla o ese consejo da sus frutos, el jugador lo puede aplicar y crece. Trabajo con amigos, con gente que me conoce, estoy en una empresa que es la más grande del mundo a nivel de representaciones, eso me da tranquilidad y muchas exigencias también porque tengo que superarme día a día como profesional”, agrega.

"Disfruto ver el crecimiento de ellos. Tengo la suerte de tener muy buena llegada al jugador y te da mucha satisfacción cuando esa charla o ese consejo da sus frutos"

Marco Vanzini hablando y gesticulando en su oficina. FOTO: Marcelo Bonjour.
Marco Vanzini

“La confianza y la credibilidad es fundamental en un representante. Si digo que un jugador es bueno, tiene que ser bueno. Yo no puedo decir que fulano es terrible jugador y no sabés los centros que tira, y después tira cinco centros y ninguno llega a destino. Yo le tengo que decir al tipo que me va a comprar un jugador, ‘este jugador es bueno en esto, esto y esto, y es malo en esto, esto y esto, y le tenés que mejorar en tal cosa’. Entonces vos al tipo le decís la verdad y el dirigente dice, ‘ché, este loco me está cantando la posta’. Eso es muy importante a la hora de vender a un futbolista”, menciona frunciendo el ceño.

El Palillo se retiró joven y nunca se imaginó seguir vinculado al fútbol tras colgar los botines. Pero en 2010 ayudó a Sebastián Abreu (con quien había sido compañero) para llegar al Botafogo, después de trabajar algunos años en negocios no vinculados al deporte, y le empezó a gustar.

Marco Vanzini hace 18 meses que trabaja en la empresa inglesa de representación. FOTO: Marcelo Bonjour.
Marco Vanzini hace 18 meses que trabaja en la empresa inglesa de representación. FOTO: Marcelo Bonjour.

Vanzini señala que “hoy el jugador también te exige mucho más que antes. Te exige que realmente lo asesores, que le des un asesoramiento integral, no solo que lo vendas, sino que lo asesores en la parte fiscal, en lo contable, en marketing, en imagen, cómo manejarse en las redes, cómo manejar sus inversiones, con el dinero que cobra. Es un combo donde el representante tiene que estar muy preparado para brindarle eso al jugador y es ahí donde está la diferencia entre un representante bueno y uno malo”.

"Hoy el jugador también te exige mucho más que antes. Te exige que realmente lo asesores, que le des un asesoramiento integral, no solo que lo vendas"

Marco Vanzini
Marco Vanzini

Por otro lado, Vanzini deja en claro cómo trabajan ellos cuando hay un talento de corta edad: “En el momento de captar un jugador hacemos una evaluación previa importante, tanto a nivel familiar como futbolística. Nunca hablamos con un menor, siempre con la familia. El tema de la edad es relativo, hay jugadores que maduran antes y otros después; cuando son niños es muy difícil... No hablamos directamente con niños, creemos que es perjudicial. Entendemos que hay otra forma de trabajar, que de repente ya desde el baby fútbol tienen representante, no digo que esté bien o mal, pero nosotros no lo hacemos”.

Dentro de un mercado muy difícil, donde costó vender mucho más debido a factores económicos, y donde gran parte de los pases de futbolistas se dieron a préstamo (a un costo mucho menor), Vanzini está conforme porque pudo vender con buenos contratos a Piquerez (US$ 3.800.000 el 80% de la ficha) a Palmeiras tras siete meses de gestiones y a Oliveros al Necaxa por US$ 1.400.000 (80%).

Marco Vanzini tiene 45 años. FOTO: Marcelo Bonjour.
Marco Vanzini tiene 45 años. FOTO: Marcelo Bonjour.

A TIEMPO. “Me retiré con 31 años porque sentía que lo que ya había hecho en el fútbol era suficiente, estaba satisfecho. Había jugado en Nacional, fui cinco veces campeón del Uruguayo, ya no quedaban muchas más ambiciones deportivas y si seguía jugando era por vicio. En ningún momento me arrepentí”, recuerda quien jugó en Danubio, Banfield, Sporting Braga, Terrassa (España), Juventude (Brasil) y Al-Hilal de Arabia.

Vanzini jugó mucho tiempo y es amigo con Gustavo Munúa, a quien asesora en su carrera como entrenador. Sobre la última vez del DT en Nacional y la forma en la que fue cesado, el Palillo comenta que “el fútbol uruguayo está con esa onda de que dos resultados malos, el técnico para afuera. Es una especie de costumbre. No se está dando tiempo a que se haga un trabajo y que se pueda ver un fruto a mediano plazo. Fue lo que pasó con Gustavo, vino a Nacional por un proyecto de dos años y a los seis meses estaba afuera con una pandemia de por medio”.

En la cancha, Vanzini era un volante central con mucha marca, hablador y de juego fuerte. Hoy, esa imagen de jugador recio dista mucho de lo que es el Palillo afuera, que hasta parece un lord inglés. “Je, muchas veces me dicen ‘vo, adentro de la cancha eras terrible y afuera sos una persona re tranquila’. La gente se queda con una imagen de una persona adentro de una cancha de fútbol y se cree que afuera es igual y en realidad uno entra a una cancha, juega, y después pasa a ser uno más”, concluye con una sonrisa.

El Palillo es cinco veces campeón del Uruguayo con Nacional. FOTO: Archivo El País.
El Palillo es cinco veces campeón del Uruguayo con Nacional. FOTO: Archivo El País.

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