TORNEO CLAUSURA 2019
La urgencia de resultados, la necesidad de mejorar y cambiar la mala imagen que está teniendo el aurinegro, obligan a Diego López a mover sus piezas.
Necesidad y resultados son dos palabras que van de la mano con lo que precisa Peñarol en este complicado momento deportivo.
Luego de la derrota del domingo en Belvedere no hay tiempo para lamentos, más allá de que la estructura tambaleó en las últimas horas ya que el entrenador Diego López y el gerente deportivo Carlos Sánchez están bajo la lupa de todo el Consejo Directivo que exige cambios.
Los dos están en la cuerda floja y así se lo hicieron saber los directivos aurinegros el lunes pasado. Peñarol está obligado a ganarle mañana a Wanderers y el técnico trabaja bajo presión.
La pelota está en la cancha de los jugadores y el cuerpo técnico, los únicos que podrán sacar adelante este difícil momento.
Y pensando en el partido de mañana frente al bohemio en el Campeón del Siglo a la hora 20:00, por la quinta fecha del Torneo Clausura, a Peñarol no le queda otra que vencer. Primero porque no puede relegar más puntos y segundo porque si no lo hace, el entrenador podría ser cesado por el Consejo Directivo.
Esa es la situación actual de un club que tuvo un gran primer semestre en lo local y que ahora necesita cambios. En ese sentido, varios juveniles aparecen en escena como para refrescar un equipo que no responde desde lo físico, futbolístico ni anímico.
Es así que Ezequiel Busquets, Matías De los Santos y Agustín Dávila podrían tener su lugar mañana.
El jugador de 18 años no estaba siendo muy tenido en cuenta por Diego López pero ante la ausencia de Giovani González y el flojo rendimiento defensivo del equipo, puede llegar a ser una opción para refrescar la zaga de un equipo que necesita retomar el nivel de la primera parte de la temporada.
Es otra de las grandes apuestas de Peñarol pensando en el futuro y podría llegar a tener más minutos en el primer equipo. El futbolista de 21 años es un volante que puede dar una mano en un doble cinco que se viene mostrando lento, errático con la pelota y con escasa generación de fútbol.
El riverense de 20 años hizo su debut en el primer equipo de Peñarol el domingo el Belvedere y apenas jugó 8 minutos, pero demostró buenos movimientos y velocidad en una ofensiva aurinegra que no funcionó para nada. Dávila puede ser una opción para darle más frescura al ataque y está en la consideración de Diego López.