TORNEO CLAUSURA

Nunca hay un buen momento para lesionarse; mucho menos si es de gravedad, como ocurrió con Walter Gargano. Ahora, si había un momento en que Peñarol no debía sufrir una baja como la del “Mota” era precisamente este.

No se trata solo de que pierde a uno de los referentes justo en la definición de la temporada, corriendo de atrás además para tratar de recortar la diferencia que le lleva Nacional, sino que tampoco es un buen momento para el futbolista, pues lo toma a los 35 años, ni para el entrenador Diego López, quien había hecho un cambio de sistema que le había dado solvencia defensiva al equipo, con Gargano como puntal jugando por delante de la línea de cuatro.

Desde que “Memo” aplicó este sistema -el 20 de octubre ante Boston River luego del 3-3 ante Racing en Las Piedras- el aurinegro no perdió, ganó los cinco partidos partidos anteriores al clásico del domingo y solo recibió dos tantos en seis juegos. Sin embargo, la ausencia del “Mota” obliga a que haya cambio de integración en la mitad de la cancha y, muy factiblemente, variante también en el dibujo táctico.

A los 44’ del clásico Guzmán Pereira ingresó por Gargano, pero hasta el segundo tiempo no se apreció la disposición táctica, que se transformó en un adelanto de lo que se puede venir.

Peñarol abandonó el 4-1-4-1 y se paró primero con un 4-4-2 y luego con un 4-2-3-1 un tanto flexible, porque era más que nada para defender, con Pellistri detrás de Xisco como para ser el nexo con el español a la salida de un contraataque en velocidad. Cuando ingresó Lucas Viatri, allí sí decididamente fue un 4-4-2.

Por el momento López no parece tener en el plantel un futbolista con características similares a la de Gargano para cumplir su rol. ¿Cuáles son? Debe reunir velocidad, orden táctico, ser efectivo en los mano a mano y sacar bien jugada la pelota del fondo, pues suele ser el primer peaje por el que pasa el balón.

En ese esquema flexible que tuvo Peñarol en la segunda mitad, Matías De los Santos fue quien jugó como extremo por derecha hasta que fue reemplazado. Luego, en el definitivo 4-4-2, quien tomó esa posición fue Fabián Estoyanoff, con Guzmán y el “Cebolla” como ejes y Canobbio por izquierda.

Por lo tanto, una opción es que el doble cinco sea con Guzmán y el “Cebolla”, aunque no parece lo más factible. Seguramente De los Santos siga como interno, por lo que es más probable un 4-2-3-1, con el juvenil junto a Guzmán Pereira o Jesús Trindade, que ha rendido bien en el medio, pasando el capitán a jugar por detrás del centrodelantero.

Como sea, Peñarol va a extrañar a Gargano.