ESPAÑA

Barcelona llegó hasta Valladolid con la imperiosa necesidad de ganar. Real Madrid ya le había ganado 2-0 a Alavés el viernes, por lo que ceder puntos significaría para los culés prácticamente despedirse del título.

Lo llamativo del caso fue que Quique Setién, técnico culé, salió a disputar el encuentro con Luis Suárez sentado en el banco de los suplentes. El técnico optó por una delantera compuesta por Arturo Vidal, Antoine Griezmann y Lionel Messi.

Las críticas no se hicieron esperar y tenían sus razones. No era solo que Barcelona debía ganar, sino que decidió no alinear a la GSM justo luego de haber sido elogiado porque había conseguido que Griezmann se acoplara definitivamente al tridente ofensivo jugando como falso nueve, una posición que le sienta mucho más cómoda que hacerlo sobre la banda.

El francés salió para ser precisamente el centrodelantero de Barcelona, pero no funcionó. El conjunto catalán se puso en ventaja en el minuto 15 con un gol del chileno Arturo Vidal, pero no resultó tan superior que Valladolid.

Para la segunda mitad sí Setién incluyó a Suárez. Lo hizo en lugar de Griezmann, como si estuviera administrando los minutos de sus piezas. "Lucho" no fue el único uruguayo en ingresar en Barcelona, porque a los 57' también lo hizo Ronald Araújo, cada vez ganando más minutos. En su caso lo hizo para reemplazar a Lenglet.

Para ser francos, el ataque de Barcelona tampoco mejoró con Suárez en canchya. Más que nada la situación parece haber dejado como enseñanza que las críticas a Setién previas al partido fueron acertadas, porque lo mejor del equipo sale con la GSM en cancha.

Así y todo Barcelona le ganó 1-0 a Valladolid y sacó los tres puntos que fue a buscar. Su situación no ha mejorado. En el inicio de la jornada 36 (son 38) quedó a un punto de Real Madrid, aunque el líder aún debe jugar su partido correspondiente a esta fecha, que será el lunes en casa del sorprendente Granada.