TORNEO APERTURA

Hay nombres propios que se asocian automáticamente con hechos, situaciones o instituciones. Tanto hoy como en el futuro, cuando se hable de Eduardo Espinel el pensamiento lo asociará directamente con Plaza Colonia. Como si no hubiese sido suficiente la histórica campaña en que condujo al Pata Blanca al título del Torneo Clausura 2016, ahora tiene al club como líder exclusivo del Apertura 2021.

Así lo será al menos hasta mañana, cuando juegue Nacional, al que obligó a ganarle a Wanderers para seguir en lo más alto de la tabla. Plaza ya hizo su parte, porque llegó al Prado para enfrentar al otro líder que tenía el certamen, River Plate, y lo venció 1-0 con un gol de otro que en poco tiempo pinta para transformarse en un símbolo del club: Cristian Rodríguez, el CR7 criollo que ahora lo es más que nunca, porque no solo defiende al elenco Pata Blanca, sino a todo su departamento.

El nacido en Juan Lacaze fue titular por segundo partido consecutivo, estuvo en cancha 80 minutos (“cada vez está jugando más minutos, con buenos rendimientos y demostrando que está vigente”, dijo Espinel luego del partido) y por primera vez llevó la cinta de capitán desde el inicio.

Llegando desde atrás a la salida de un córner y con un muy buen cabezazo de pique al suelo abrió el marcador en el primer minuto del segundo tiempo. Y a partir de allí Plaza, que había sido más que River Plate en la primera mitad, se dedicó a aguantar el resultado.

¿Dónde está la explicación de que Plaza sea protagonista y líder luego de siete fechas? En su técnico Espinel. No es Pep Guardiola, ni José Mourinho, ni Marcelo Gallardo o Zinedine Zidane, aunque quizás se asemeja bastante a estos últimos dos dos por cómo le llega al futbolista. Fue el factor de la recuperación de un Plaza que hasta las tres primeras fechas del Clausura 2020 parecía estaba para pelear por no descender y que luego de su llegada comenzó a remontar.

A decir verdad a Espinel no le ha ido muy bien lejos de Plaza Colonia. Dirigió a Santiago Wanderers, a Montevideo Wanderers y a Rampla Juniors con resultados no muy buenos, pero en su primer pasaje por Plaza ganó un promedio de 1,81 puntos por partido y actualmente ha logrado 2,05 puntos por juego. Son registros muy buenos.

De 19 encuentros desde que volvió (debutó el 4 de febrero con victoria 2-1 sobre Cerro) ganó 12, empató 3 y perdió 4; su equipo anotó 35 goles y recibió 17, es decir que convirtió más del doble de los que le hicieron. A ello se le debe sumar que le devolvió la llama futbolística a Nicolás Dibble.

Ojo con Plaza, que hace todo bien en cancha y fuera de ella. Hoy es más que un equipo: es la identidad de un departamento y por eso ese escudo de Colonia que luce con orgullo e hidalguía en la camiseta, lejos de pesarle le da más empuje.