PRETEMPORADA

Haber empezado el año con un triunfo sobre River Plate, el vicecampeón de América, es un hecho positivo para Nacional. En el primer partido dirigido por Gustavo Munúa en su segundo período al frente del tricolor, el equipo anotó cuatro goles, aunque también es cierto que recibió otros tantos. La victoria fue por penales, pero tiene su gran mérito.

Lo principal y que mejor sensación dejó fue el fútbol desplegado durante los primeros 45 minutos, en los que Nacional ganó 3-1 cuando se enfrentaron los equipos titulares.

Esto es trascendente, porque luego el empate llegó en la segunda mitad cuando el banco de suplentes (se permitieron 10 cambios por equipo) de River Plate marcó la diferencia.

Sin embargo, esa segunda mitad dejó como gran noticia que Thiago Vecino abrió el año con gol.

¿Qué fue lo mejor de Nacional? La velocidad desplegada por las bandas, con circuitos futbolísticos que entusiasmaron. Por derecha, Armando Méndez se lanzó muy bien triangulando con Joaquín Laborda y Pablo García o Brian Ocampo. Por izquierda, Matías Viña volvió a ser protagonista esta vez asociándose con el “Chori” Castro y Ocampo o García, pero mejor con el primero. De hecho, al lateral izquierdo le hicieron el penal del segundo gol.

Por estar en un período de pruebas se explica que Munúa haya probado con Ocampo por izquierda cuando estaba causando daños por derecha. Por allí el autor del 1-0 (verdadero golazo) no rindió tanto, pero de eso también el técnico sacó conclusiones para el futuro.

Un equipo corto, que avanzó muchas veces con toques de primera y velocidad por las bandas: eso fue lo que presentó Nacional.