EXPULSIÓN

Brasil enfrentaba a Chile en un partido caliente, no porque hubiera existido mucho roce, sino porque el que perdía se iba de la Copa América en los cuartos de final. El seleccionado anfitrión no había jugado bien, pero sí conseguido la ventaja apenas comenzado el segundo tiempo.

Poco después del convertido por Paquetá, Claudio Bravo mandó un paso largo y alto para Eugenio Mena, quien fue a buscar el balón con la cabeza, al cual por cierto llegó primero que Gabriel Jesús, quien había intentado alcanzarlo con su pie, el que por cierto levantó mucho. Tanto que le pegó directamente en la cara al lateral chileno, quien quedó tirado en el piso.

Pareció mucho más fuerte de lo que fue, porque en definitiva le dio más en el hombro que en la cara, pero el brasileño no se salvó de la tarjeta roja, la cual aceptó porque apenas dio el golpe se preocupó por el rival, le pidió disculpas y se tomó la cabeza. No hubo ni un amague de protesta. Fue una patada al mejor estilo kung fu.