SUPERCOPA

Nacional había mostrado cosas interesantes en la pretemporada. Más allá de los resultados (ganó todo lo que jugó, inclusive a River por penales), se notaba que era un equipo en construcción. No en vano el técnico Gustavo Munúa había afirmado después del 5-3 a Atlético Rafaela que esos partidos eran para corregir falencias. En la final de la Supercopa, el equipo estuvo lejos de todo lo bueno que mostró en la preparación, principalmente en el primer tiempo.

Ni siquiera pudo relucir el juego ofensivo y las buenas triangulaciones en ataque. Ocampo estuvo sumamente impreciso y perdió varios mano a mano. Ayer se notó que le incomodó jugar a pierna cambiada, porque en varias oportunidades quedó en buena posición para levantar el centro, pero no lo lanzó o falló en el envío. Alguna vez intentó hacer la diagonal hacia el medio, pero fue bien marcado.

García y el Chory Castro fueron los que más intentaron y generaron peligro, mientras que Bergessio fue controlado por los defensores.

El mediocampo, donde Nacional sufrió en los 45’ iniciales, mejoró con el ingreso de Yacob (ordenó el equipo) y el cambio de esquema táctico.

Lo que más sigue preocupando es la línea defensiva, donde Méndez fue de lo más destacado. Jacquet no tuvo una buena actuación en su debut mientras que Cougo fue mejorando con el paso de los minutos y se acomodó cuando Nacional pasó a línea de tres. Corujo, en tanto, no mostró la solvencia que acostumbra y terminó lesionado.

El cimbronazo fue grande, pero este Nacional tiene material para mejorar.

Nacional estuvo lejos de lo que mostró en los partidos de preparación, más allá de que mejoró en el segundo tiempo. Un cúmulo de errores lo dejaron sin el título.

No fue bueno el debut del zaguero paraguayo que llegó en este período de pases. Tuvo errores de concentración y fue desprolijo con la pelota en los pies, mientras que fue una noche para el olvido de Corujo. Falló en el tercer gol de Liverpool y terminó jugando muy dolorido, por una lesión en la rodilla. Hoy se lo evaluará.

A Trasante y Carballo les costó encontrar la pelota en el primer tiempo y Liverpool ganó ese sector de la cancha. Nacional mejoró con el ingreso de Yacob y creció Felipe.

No fue la noche del floridense, que perdió la mayoría de los mano a mano y falló en los centros. Al final quería resolver por sí solo, pero le jugó en contra.