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“Armar un cuadro con los futbolistas que tuve la suerte de tener de compañeros es dificilísimo. A los equipos que disfruté defender siempre me unió algo más allá de lo estrictamente deportivo o de su manera de jugar. La manera de sentir el fútbol o la vida fue lo que más me unió a los equipos y también a esos futbolistas. En mi carrera compartí momentos inolvidables con jugadores extraordinarios y mencionando a once nada más me quedo recontra corto. Lo armo con uruguayos y dejo afuera a Marcos Senna que tenía una calidad extraordinaria o no coloco en el once a dos fenómenos como Santi Cazorla y Robert Pirés. Y, arriba, jugué con las tres bestias uruguayas y dejo afuera a mi ídolo Julio César Dely Valdés”, opinó Sebastián Eguren.

“Tengo dos. Uno es Aritz Aduriz, el nueve que jugó en el Athletic de Bilbao y en el Mallorca, porque nos matábamos a codazos. Nos asesinábamos en cada pelota aérea y en cada acción previa al tiro de esquina. Y el más duro, por ser el más difícil, sin lugar a dudas Lionel Messi. No hubo otro más duro, por más que Cristiano Ronaldo también era complicado”.

“Fue el que hice jugando con Nacional de chilena contra Santos. Por la jugada, por la cancha en la que fue y porque era por Copa Libertadores, el mejor. Y justo ese día Fabian O’Neill también hizo un golazo de tiro libre”.

"Y el otro es el que hice con Uruguay contra Colombia por lo que significó. Tengo a esos dos goles entre los recuerdos más bonitos".

“Seguramente fueron dos. Uno de ellos es el de haberme ido del Villarreal para la Lazio, porque yo había encontrado un lugar difícil de tener en otros lados. Y el otro gran error, quizás el más grande de los dos, es el de haber ido a Colón cuando todo me decía que yo me tenía que quedar en Wanderers para tener un regreso por el club. Aunque no fuera el final”.

“Podría vivir en Montevideo, porque es mi ciudad y es el lugar donde nací. Las otras dos ciudades que he tenido por adopción son Estocolmo, donde está la otra parte de mi familia, y en Castellón que es donde nacieron mis hijos. En España sucedieron muchísimas cosas buenas, lo más importante el nacimiento de mis hijos más grandes. Además es un lugar hermoso”.

“Tengo tres recuerdos de equipos que marcaron mi vida. Uno es el Wanderers del ascenso y del 2000 al 2002. Esos años fueron fantásticos. La Selección de Sudáfrica y la Copa América, de lo mejor de mi carrera, y el Villarreal del subcampeonato fue un equipazo. En los tres casos había personas y futbolistas extraordinarios”.