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Los caminos paralelos de Eduardo Domínguez y Gustavo Munúa en Nacional

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Gustavo Munúa en su primer partido por Copa Libertadores del nuevo ciclo en Nacional

ANÁLISIS

Tanto el técnico argentino en el inicio de la pasada temporada como el uruguayo ahora no pudieron ganar en las tres primeras fechas, pero sí por Copa.

Ver a Nacional en con solo dos puntos en el Torneo Apertura y en la posición 14 luego de tres fechas no es habitual, pero sí recurrente. Lo mismo le ocurrió en el inicio de la pasada temporada, en la que ganó por primera vez en la sexta fecha.

A comienzos de 2019, dirigido por el argentino Eduardo Domínguez, el tricolor igualó en la primera y en la tercera fecha y cayó en la segunda. Sin embargo, había ganado los dos partidos por Copa Libertadores: 1-0 a Zamora de visitante y también 1-0 a Atlético Mineiro en casa. A la quinta jornada del Campeonato Uruguayo, luego de perder 2-0 en la visita a Danubio, fue destituido. La historia posterior es bien sabida: Álvaro Gutiérrez llegó, ordenó las prioridades del equipo y lo sacó campeón.

Gustavo Munúa llegó con toda la ilusión a su segundo ciclo al frente del conjunto tricolor luego de haber dirigido la temporada 2015-16. El inicio del Uruguayo no fue el mejor: dos empates y una derrota. En la Libertadores, sin embargo, logró los seis puntos que disputó: victoria 1-0 en Lima sobre Alianza y otro 1-0 en casa sobre Estudiantes de Mérida.

Es decir que Munúa transita un camino paralelo al de Domínguez, por lo cual para el hincha tricolor que cree en las cábalas quizás sea una buena noticia. No obstante, está claro que por el momento no la pasa bien. ¿Cuál es la diferencia entre este 2020 y 2019? Que a igual cantidad de partidos (cinco), dirigido por Munúa el tricolor recibió dos goles menos: convirtió y le anotaron 6. Con Domínguez había conquistado también 6, pero recibido 8.

En ambos casos queda claro que el problema no pasa por la falta de gol, sino por la inconsistencia defensiva y eso que todo el fondo cambió de un año al otro.

Con Domínguez, Esteban Conde ocupaba el arco; los laterales eran Agustín Sant'Anna por derecha y Matías Viña por izquierda, con Guillermo Cotugno y Marcos Angeleri como zagueros.

Ahora con Munúa los que han jugado más son Luis Mejía como arquero; Mathías Suárez y Agustín Oliveros marcando las bandas y Guzmán Corujo y Mathías Laborda en el centro de la zaga.

Nacional ha recibido dos goles en cada uno de los partidos por el Apertura. La buena noticia es que también anotó dos veces al menos en dos juegos. Sólo no convirtió en el debut, cuando cayó ante Rentistas.

La cuestión que siempre surge aquí es: ¿es responsabilidad exclusiva de la retaguardia? En realidad no, porque la defensa comienza en el sector del campo en el que se pierde la pelota, que por lo general es la ofensiva.

Nacional tiene volantes de marca que son muy ofensivos, como Gabriel Neves y Felipe Carballo. Eso ha provocado que muchas veces los tomen mal parados y los rivales le anoten ya sea de contraataque o explotando el espacio que se genera entre la línea de cuatro y la de volantes para definir las jugadas.

Automatizar los movimientos de las líneas parece clave y para eso primero Munúa debe consolidar una oncena y, sobre todo, un eje central, el que ha cambiado mucho.

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