Luego de volver a Cleveland para conducir a los Cavaliers al título en 2016 al vencer en las finales a Golden State Warriors y a la final de la pasada temporada perdida ante el mismo equipo, LeBron James decidió cambiar de aires. Se mudó al Oeste para defender a los Lakers, que con él intentan volver a los primeros planos.

Este movimiento sí que fue sorpresivo. Luego de toda una vida en el equipo de los Spurs (17 años), el base francés de 36 años terminó el contrato con la franquicia que le permitió ganar cuatro anillos de campeón de la NBA y decidió no renovarlo. "A nivel del rol en el equipo no tenía la misma visión que (Gregg) Popovich. Hay que entender cómo es Pop. Él quiere ganar el título todos los años. La NBA es una liga de jóvenes y yo ya tengo muchos kilómetros en mis piernas", expresó en declaraciones a AFP. Lo extraño es que se haya ido a un equipo como Charlotte, de escasas aspiraciones, pero que tiene a Michael Jordan como dueño.

Luego de un par de temporadas en las que jugó menos de lo que estuvo lesionado en San Antonio Spurs, quien fuera elegido dos veces como mejor defensivo de la NBA, Kawhi Leonard formó parte de un traspaso que lo llevó a Toronto Raptors.

El escolta de 29 años y 2,01 fue precisamente el jugador que querían los Spurs y por el que éstos traspasaron a Leonard a Toronto. Con el retiro de Emanuel Ginóbilli y la salida de Tony Parker, el equipo de San Antonio necesitaba a un jugador desequilibrante en esa posición.

Desde su salida de los Boston Celtics no volvió a ser el mismo. Su fuerte siguen siendo las asistencias, pero ha pasado por sin pena ni gloria por Dallas, Sacramento y Chicago. Hizo un click en New Orleans demostrando una importante madurez y eso lo llevó hasta Los Angeles para ser uno de los escuderos de LeBron James en los Lakers.

El pívot de 2,13 decidió dejar el equipo con el que fue campeón y se marchó, donde vio que no iba a tener tanto protagonismo, y se marchó a los Lakers para transformarse junto a James y Rondo en integrante de un posible "Big Three". Tiene 30 años.

La llegada del pívot de 28 años desde New Orleans fue precisamente la razón de la salida de McGee. En la pasada temporada con los Pelicans promedió 25,2 puntos por partido y 12,9 rebotes por juego.

El veterano alero de 33 años se fue al calor de Arizona para conducir a unos Suns que tuvieron una muy mala campaña. No solo aportará experiencia, sino también puntos y orden a una ofensiva que fue de las menos productivas de la campaña y que se reflejó que el equipo tuviera el peor récord con solo 21 triunfos por 61 derrotas.

Para el base de 29 años todo parece ir de mal en peor. Luego de ser el MVP de la temporada regular no pudo jugar las finales de Conferencia con Boston Celtics en 2017 por lesión. De allí se marchó a Cleveland pedido por LeBron James, pero nunca se  recuperó del todo, no funcionó, fue traspasado a los Lakers y ahora que podía reencontrarse con James pasó a Denver Nuggets, el único equipo de la División Noroeste de la Conferencia Oeste que no avanzó a playoff. Su carrera va en bajada.

Cuando parecía que los buenos días de "Melo" habían pasado, recala en una franquicia que tiene muy buenas aspiraciones por lo menos de llegar hasta la final de la Conferencia Oeste. A sus 34 años, el polémico alero llega entonces para asociarse con Harden y con la ilusión de al fin calzarse un anillo.