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El día que todo el Uruguay no se pierde detalle de Maroñas

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1942. Trajes blancos, corbatas y sombreros llenan el Palco Oficial.
Archivo El Pais

Si hay un día en que todos los uruguayos se sienten burreros y nadie se pierde lo que ocurre en Maroñas, es el 6 de enero. Es una tradición desde 1889, incluso antes de la fundación del Jockey Club, su organizador durante décadas.

Se llamaba originalmente "Carrera Internacional", pero desde 1914 es el Gran Premio José Pedro Ramírez, en homenaje a un gran impulsor de la actividad, fallecido en ejercicio de la presidencia del Jockey.

Mientras en la pista se alinean los mejores caballos nacionales y de la región, en las tribunas, especialmente el palco, corren los pronósticos, se arman las discusiones, se reencuentran los amigos, se lucen los últimos modelos, se deciden las apuestas, se toman selfies con el celular. Acuden los aficionados de todos los fines de semana y también los de un único día, Empresarios, políticos, turistas. Y la televisión lleva a todo el país los dos minutos y medio de la verdad.

Hasta la edición 2016 se corrieron 118 grandes premios Ramírez, que marcaron 119 ganadores. Justamente la primera edición tuvo dos: Havre y Recuerdo, que llegaron juntos. Y sin la tecnología actual para resolver, se declaró la "puesta" (empate).

El jockey que más triunfos logró el 6 de enero fue, naturalmente, Irineo Leguisamo, lo más grande en su oficio en el Río de la Plata. Ocho victorias, entre 1926 y 1962, marcaron su largo reinado.

Los pingos, en cambio, tienen un período de auge muchísimo más breve. Por eso, en toda la historia del Ramírez apenas siete caballos lograron ganar dos veces.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
1942. Trajes blancos, corbatas y sombreros llenan el Palco Oficial.

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