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En casa es chance de Latino

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Fitzgerald

Turf

Prueba será de 2.000 metros

Fitzgerald
El candidato con su jockey y peón.

Con doce animales en gateras, este domingo en el hipódromo de Maroñas se disputa la 34ª edición del Longines Gran Premio Latinoamericano. Es por tercera vez que la carrera más importante de la región tiene como sede nuestro hipódromo. En 1981, cuando se corrió por vez primera, Lotus fue escolta del brasileño Dark Brown. Y en 2007 nuestra Necessaire se mandó un carrerón y cedió terreno en los últimos metros para ser superada por el argentino Latency, con la guía del uruguayo Julio César Méndez.

Amén de la falta de los tres ejemplares chilenos representando a los hipódromos de Valparaíso Sporting, de Chile e Hípico, se darán cita en las gateras del boquerón de los 2.000 ejemplares que representarán a los hipódromos de La Gavea y Cidade Jardim de Brasil, San Isidro y Palermo de Argentina, el hipódromo de Monterrico de Perú y los “Tres Mosqueteros” celestes.

Ha sido el Latino una carrera esquiva para nuestro país, que en 33 disputas obtuvo una sola victoria: la de Good Report en La Plata en 2006 bajo los cuidados de Luis Belela y guía del norteño Jorge Ricardo. Varias veces los nuestros han viajado con las máximas esperanzas, como Amodeo (el cuádruple coronado uruguayo), cotizado favorito en La Plata en 1994 ocasión del primer triunfo de Much Better.

Se plantea en esta nueva edición una muy buena chance de alzarse con la victoria, fuera de partidarismos, de fanatismos y/o amiguismos. Tanto Fitzgerald como El Abanderado y en menor medida Don Carrasco, son potrillos y representantes celestes que bien pueden ganar la prueba y darle una mayúscula alegría a nuestro país deportivo

Es que hasta las formas de correr de uno y otro pueden ser factor de victoria, casi como que corriendo en una simulada yunta. El zaino renegrido Fitzgerald gusta desplazarse en vanguardia; tanto El Abanderado como Don Carrasco prefieren venir en la zaga. Podrían, en un supuesto, correr como en yunta. Sabido es que cada uno de los tres orientales correrá la prueba que reparte 500 mil dólares en premios a su propio gusto.

Los parciales de los primeros 400 y 800 de este Longines Gran Premio Latinoamericano “marcarán” la carrera. Ni que decir cuando el teletimer nos indique el parcial de las primeras 12 cuadras.

Va en Fitzgerald el mejor jockey de Maroñas de la actualidad, el salteño Luis Alberto Cáceres Aranda, que obligado por el número de gatera deberá sacudir al vástago de Put it Back para salir a mover las agujas y marcarle la cancha a sus rivales. Del lote de rivales extranjeros no cabe descarte, la mayoría de ellos han sido nominados por los diferentes hipódromos y quienes desembolsaron 25.000 dólares tienen bien en claro de qué se trata un Latino.

Deberán los nueve visitantes salir a buscar a Fitzgerald. ¿Deben jockeys experientes dejar mover a su propio antojo al pupilo de Jorge Firpo? Es la gran pregunta y solo se sabrá la respuesta este domingo a las 19:20 horas, cuando suene bien fuerte el toque de campana del Latino.

Tanto Damián de Arrascaeta como Everton Rodrigues sueñan o aguardan que más de uno salga a correrle la prueba al defensor de “La Fe”. ¿Por que?

Porque tanto el defensor de las sedas “El Negro” (nacido y criado en el haras “Don Juca”) como el vástago de Alcorano van a necesitar de parciales violentos para poder desarrollar sus atropelladas de 400 a la meta. Ambos, en sus consagratorios triunfos, el Capitano Corelli y el del “Hs. Bage do Sul” vinieron en el Derby y en el “Piñeyrúa” lejos de la vanguardia en albores de carrera para acercarse desde Villa Violeta hacia adelante, dejarse ver en primeros metros de recta final y dejarse gritar de 200 a la raya.

Es nuestro Latino, es nuestra oportunidad. Confiamos en nuestra delegación y aguardamos una victoria celeste.

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