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”Ansiosos de poder arrancar”

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Héctor Lazo

TURF

Cumpliendo la separación en Maroñas, Héctor Lazo aguarda por las carreras

Héctor Lazo
Héctor Lazo

Los jinetes, entrenadores y peones trabajan en las mañanas de Maroñas cumpliendo las regulaciones de separación social y todos los actores con tapabocas. La actividad sufre la pandemia y espera el regreso de las carreras.

Sebastián Báez - hijo de Walter Báez - trabaja codo a codo con la familia preparando a los “pingos” esperando los llamados a carreras. Mientras que su padre estaba tomando tiempo a uno de los suyos, Sebastián comentó: “La pandemia es a nivel mundial y nosotros aquí acatamos las órdenes y hacemos todo lo posible para que vuelvan las carreras. Al momento tenemos 15 de 28 caballos prontos para correr, no están exigidos en el entrenamiento, están en mantenimiento en una medida justa esperando la orden para anotar”. Toda la familia Báez trabaja en el turf, sobre el momento actual agregó que “esto no se sostiene más, los cuidadores toman las pensiones para mantener el caballo, vivimos de las comisiones como viven muchos cuidadores y los jockeys, el que menos sintió la pandemia fue el peón que siguió recibiendo su sueldo más el incentivo. Los jockeys y los cuidadores son los que más sintieron esta crisis. Ahora hay que ver cuanto tiempo más el propietario puede mantener a sus caballos, para nosotros, veinte días más es insostenible”.

A metros del partidero de la familia Báez se encontraba Héctor Lazo, que caminaba desde la Villa Hípica a los boxes de espera, en un alto en su camino dijo: “Estamos en la espera, se realiza un mantenimiento de ejercicios para mantener la caballada trabajando de la misma manera, con los cuidados correspondientes pero estamos ansiosos a la espera de poder arrancar a correr que es el ingreso que tenemos los jockeys, del peón, del cuidador y de la cadena que hay en Maroñas. Aquí estamos al aire libre, no tenemos contacto con nadie, el peón está con el caballo de tiro, nosotros solo venimos a montarlo mientras que el cuidador está parado, alejado, para dar las indicaciones. Aquí no tenemos contacto físicamente, más ahora que estamos con tapa boca y guantes que nosotros los usamos usualmente para varear y para correr y si sumamos el tapa boca es mucho menos riesgoso. Gracias a Dios aquí estamos tranquilos y no hubo ningún caso y con todas las medidas menos posibilidades que aparezca alguno. Estamos haciendo todo lo posible para volver a la actividad”. Lazo venía trotando, pero sin carreras y sin balanzas el tema peso está latente “algún kilito se gana, pero ya estamos pensando en que se viene la vuelta de las carreras a Maroñas y Las Piedras.

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