El serbio se sacó la espina y ganó el título en Roland Garros tras vencer a Andy Murray.

Novak Djokovic tuvo que esperar 12 años y cuarto finales de Roland Garros para calmar la recurrente pesadilla del único torneo de Grand Slam que le faltaba.

Sin embargo, la perseverancia, los cambios y la superación le permitieron luego de más de tres horas ganarle 3-6, 6-1, 6-2 y 6-4 a Andy Murray para sumarse a la elite de jugadores, apenas siete además de él, que logró poner en su vitrina a las cuatro grandes copas del tenis.

Ahora, se instala en la leyenda junto a Andre Agassi, Don Budge, Roy Emerson, Federer, Rod Laver, Rafael Nadal y Fred Perry. Además lo logró consiguiendo no en un mismo año calendario pero sí en 12 meses, ganar los cuatro torneos grandes.

Desde Rod Laver, quien los consiguió todos en 1969, un tenista no ganaba los cuatro Grand Slams de forma consecutiva, como Djokovic ahora, vencedor de Wimbledon y US Open en 2015 y los dos primeros de 2016.

El serbio empezó perdiendo el primer set, pero a medida que entraba en calor, Murray iba quedándose sin combustible.

Cuando cumplió la promesa de tomarle prestado el corazón a Guga Kuerten para dibujarlo en polvo de ladrillo parisino, como el ex uno del mundo y tres veces campeón en el Boise de Boulogne, Nole cerró una herida que comenzó a sufrir en las finales de 2012 y 2014, cuando lo derrotó Nadal y luego, tras sacárselo de encima en cuartos de 2015, cayó con Stanislas Wawrinka.

Este año el serbio lleva media docena de cetros (Doha, Australia, Indian Wells, Miami, Madrid y París) luego de ganar 44 partidos con apenas cuatro derrotas.

Hace no tanto, Djokovic era el tercero en discordia, buscando su lugar entre Federer y Nadal, pero ahora es uno más de la lista de los grandes. Ya suma 12 Grand Slams, dos menos que el español y Pete Sampras y cinco menos que el suizo. Además, para remarcar su dominio, se impuso en seis de los últimos ocho.

"Nole" está a tiro este año de completar dos logros históricos: buscará el oro olímpico y luego el Masters 1.000 de Cincinatti, el único que le falta para completar los nueve torneos grandes.

En la lista de los grandes que ya no están, tiene 65 títulos y es el sexto con más trofeos, superando a Borg y a Sampras.

Es el momento del serbio, disfrutando su tiempo de dominio y con la nuevos desplazando a los más veteranos, más la consolidación de Murray, el primer británico en llegar a la final de París desde 1937.

Sentado con la Copa de los Mosqueteros a su izquierda, como es tradicional en la ronda de prensa posterior a la final, Djokovic no podía ocultar su contenida emoción: "Este es un momento emocionante, uno de los más lindos que he tenido en mi carrera". Eran 15 días diferentes y especiales los que tenía por delante el uno del mundo, de cara al sueño postergado. "Muchas cosas pasaron por mi mente en estas dos semanas. Cuando llegué a París sentí que todo era diferente a años anteriores. La relación y conexión con el público era distinta. Ese tipo de amor y apoyo me permiten estar aquí sentado con el trofeo", dijo.

Con la mirada puesta todo el tiempo a la copa durante la ronda de prensa, afirmó: "Estoy simplemente intentando disfrutar este momento".

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