Pablo Cuevas se tiene mucha fe para el partido ante Monfils.

FERNANDO TETES / EN PARÍS - OVACIÓN EN FRANCIA

Cerca de las 10.30 de la mañana del día de hoy Pablo Cuevas enfrentará por tercera vez a Gael Monfils, ex 7 del mundo en 2011 y actualmente 14 del ranking e intentará meterse en la segunda semana de Roland Garros.

"No lo tomo como antecedente aquel partido por el mundial sub 16 de La Baule, acá en Francia. Sí recuerdo que tuvo un tie break, y no me acordaba que aunque perdimos, Uruguay le ganó a Francia", comentó Cuevas (aquella vez perdió 7-6 (9), 4-6, 3-6) sentado a un costado de una de las canchas del club Jean Bavin, donde entrenan varios de quienes participan de Roland Garros. "No lo tengo como dato sino como anécdota de un Mundial en el que nos fue bárbaro", agregó sobre aquel tercer puesto del equipo celeste, con rivales como Nadal, Granollers, Gasquet y el propio Monfils.

El lugar de entrenamiento tiene un par de ventajas: por un lado no se da a conocer a los medios quienes entrenan ahí, salvo que los propios jugadores lo quieran decir, y además ser cabeza de serie le permite el privilegio de mejores horarios. Por ejemplo, mientras entrenaba el uruguayo, en una de sus canchas estaba Jo Wilfried Tsonga y en la otra Kei Nishikori.

"Más que a entrenar, me vine a sacar el ácido láctico de encima y a pegarle a la pelota. Voy a descansar, masajearme y a hacer un poco de piscina con hielo. Luego disfrutaré de la familia, voy a cenar temprano y listo", dijo el salteño acerca de su día previo.

Por su parte, Monfils sí recordaba ese dato, y también que Cuevas es campeón de Roland Garros en dobles, y eso le genera respeto, como le dijo el miércoles a Ovación.

Sobre los otros antecedentes, el uruguayo agregó: "La única vez que jugamos como profesionales me dio una paliza en el US Open (ganó Monfils 6-4, 6-4, 6-1) y espero que acá no pase lo mismo. Ahora todo es diferente. La superficie, y cómo vengo jugando no tienen nada que ver con hace cinco años. Es un partido de igual a igual y en el que si logro jugar bien tengo mis chances", ratificó.

Cuevas jugará en el estadio Suzane Lenglen, en el tercer turno, luego del choque entre dos franceses: Nicolás Mahut y Gilles Simon. Seguro que la mayoría se quedará para alentar a Monfils luego. El salteño comentó sobre su rival: "A veces se cae un poquito anímicamente pero con algún punto bueno o el aliento del público, levanta. Tengo que estar preparado para eso". Al respecto, Macini, uno de sus entrenadores, añadió: "Es obvio tenerla en contra, pero acá, en París, y en Roland Garros, termina motivándote."

Monfils le había comentado el día anterior a Ovación que esperaba un partido "divertido". "No tengo que pensar en que sea divertido, sino en estar tranquilo, hacer lo mío, y saber que tendré a la tribuna en contra", explicó. Teniendo en cuenta que Monfils es muy atlético, es seguro que intentará hacer algo que levante a la grada.

El número 23 del mundo finalizó: "Si se da en el partido, haremos algo. Si hay puntos lindos que espero que caigan para mi lado, tal vez surja algún punto de esos divertidos, yo estaré enfocado en mi juego y en ganarle".

Facundo Savio y Alberto Mancini, los entrenadores de Pablo Cuevas, confían en su pupilo para el partido de este viernes ante Gael Monfils. Savio indicó a Ovación: "Pablo está muy bien, viene jugando muy bien y la verdad es que esta es una linda oportunidad para aguarle la fiesta a un locatario". Mancini dijo: "Yo lo veo bien mentalmente, tranquilo y creciendo día a día en su tenis y su rendimiento. Creo que hay que ir paso a paso, pero estamos bien".

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