La alemana se mostró sorprendida y feliz luego de su triunfo en el Abierto de Australia, pero no dejó pasar ninguna pregunta acerca de esta momento único en su vida.“El año pasado no jugué bien los torneos grandes”

—¿Se sorprendió por el resultado final de esta noche?

—Tuve dos semanas muy locas. En la primera ronda salvé match point, luego vencí en cuartos de final a Victoria Azarenka, a la que nunca le había ganado, y ahora derroté en la final a Serena. Todo esto es un momento muy especial para mí.

—Parece que todo cerró perfectamente. ¿Es como el comienzo de una segunda carrera?

—Puede ser. Yo pensé que algún día me iba a pasar lo mismo que en New York hace unos años, cuando llegué por primera vez a semifinales. Tenía la sensación de que debía creer mucho más en mí. Cuando gané el primer set o cuando vencí a Azarenka, me demostré que soy una buena jugadora y que tenía que demostrarlo en los grandes estadios. El año pasado no jugué bien en los torneos grandes y este, el primer grande de la temporada, lo gané. Suena muy extraño, pero ya puedo decir que soy una campeona de un título de Grand Slam.

—¿Qué le hizo jugarse a un drop shot en condiciones no muy favorable?

—Soy un poco indescifrable. Le tengo mucha confianza a ese tiro y sé que puedo hacerlo bien. Así que pensé: bueno el partido viene largo, es momento de cambiar por algo que Serena no esté esperando.

—¿Sentía que tenía menos presión de ganar que Serena?

—No tenía nada para perder y de seguro menos presión que ella. Sabía que debía jugar mi mejor tenis para ganar y salí a la cancha a demostrar a todos que podía jugarle y vencerla. También disfruté mucho al público, cuando salí a la cancha y las dos horas que pasamos ahí

—¿Fue un gran día para el tenis alemán, con su título y el récord de Graf a salvo?

—Bueno, creo que la ayudé un poco. Igualmente ella es una gran campeona con 22 títulos y yo apenas gané uno.

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