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Isner, Anderson y la semifinal más larga de la historia de un Grand Slam

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Kevin Anderson. Foto: AFP.

WIMBLEDON

El partidazo que protagonizaron Kevin Anderson y el estadounidense John Isner, primera semifinal de Wimbledon, con victoria del surafricano por 7-6, 6-7, 6-7, 6-4 y 26-24 en seis horas y 36 minutos, se convirtió en la semifinal más larga de la historia de un Grand Slam.

Este duelo es el segundo partido más largo en la historia de Wimbledon, después del que protagonizaron el propio Isner y el francés Nicolás Mahut en 2010, el más largo de la historia (el 1ª ronda 6-4, 3-6, 6-7, 7-6 y 70-68) en número de juegos y tiempo, 11 horas, 5 minutos y 183 juegos.

La semifinal más larga de la historia del Grand Slam era hasta este viernes la del sueco Stefan Edberg y el estadounidense Michael Chang, del Abierto de EE.UU. en 1992, de cinco horas y 26 minutos.

Isner, que acabó con 53 saques directos, (214 en el total del torneo), batió el récord del croata Goran Ivanisevic, de 212 aces, instaurado en 2001 cuando obtuvo el título ante el australiano Patrick Rafter, convirtiéndose en el primer y único jugador que ganó el torneo como invitado especial. Anderson hizo 49 hoy, y lleva ya 172 en total, y esperando en la final.

Kevin Anderson y John Isner. Foto: AFP.
Kevin Anderson y John Isner tras terminar la semifinal de Wimbledon. Foto: AFP.

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El partido

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Chispeando, con el cielo negro anunciando tormenta, y con los dos jugadores agotados, devorando bananas y chocolatines para mantenerse, tomando líquidos sin cesar, disparando sus tiros como podían. Así se terminó un partido histórico, que el público de la cancha central presenció sin moverse, agazapados por el dramatismo.

El jugador de Johannesburgo se convirtió en el primer sudafricano en alcanzar la final de Wimbledon desde Brian Norton en 1921. Kevin Curren, nacido en Durban, disputó la de 1985 contra el alemán Boris Becker, pero dos años antes había cambiado su nacionalidad a estadounidense.

Isner es reconocido como aquel jugador que junto con el francés Nicolas Mahut protagonizaron en Wimbledon 2010 el partido más largo de la historia, pero ante este "hombre maratón", Anderson ganó los dos últimos sets, los únicos en los que no hubo desempate, con una rotura final en el juego 49, cuando el de Greensboro daba señales de calambres en sus piernas y cabizbajo sabía que se le escapaba la oportunidad de disputar su primera final de un Grand Slam.

En ese juego, Anderson cayó al suelo y fue capaz de levantarse, devolver la bola y luego ganar el punto. Y el público de la cancha central rugió entusiasmado.

Isner terminó con 53 saques directos, (214 en el total del torneo), batiendo el récord del croata Goran Ivanisevic, de 212, instaurado en 2001 cuando ganó el título convirtiéndose en el primer y único campeón que lo lograba como invitado especial, pero no le alcanzó para tumbar a Anderson.

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