Murray y Nadal ganaron en el primer día de Wimbledon, en el que ya se despidió Wawrinka.

Wimbledon cumplió desde el primer día con todas sus premisas: jugó de entrada el campeón defensor, llovió y hubo una gran sorpresa.

Como es ya habitual en el más tradicional de los torneos de tenis, el campeón sale a poner en juego la copa desde el primer partido y es el encargado de dar inicio a la competencia. Andy Murray despejó las dudas por sus dolores en la cadera que lo dejaron fuera del torneo de exhibición de Hurlingham.

Tampoco se puede tomar como una medida absoluta su victoria 6-1 6-4 6-2 ante Alexandr Bublik luego de una hora y 43 minutos, ya que su rival nunca ganó un partido sobre césped. Bublik entró al cuadro final del torneo en lugar de Pablo Cuevas, quien se está recuperando de unas dolencias y este año se salteó la temporada sobre césped.

Muy diferente será lo que le depare la segunda ronda, ya que enfrente tendrá al jamaiquino-alemán Dustin Brown, verdugo de Nadal en el All England hace dos temporadas.

Justamente el mallorquín se transformó en el séptimo tenista en llegar a los 850 triunfos luego de ganarle 6-1 6-3 6-2 al australiano John Millman. Los otros jugadores que han llegado a ese mínimo de triunfos son Jimmy Connors, Roger Federer, Ivan Lendl, Guillermo Vilas, John McEnroe y Andre Agassi. Rafa hacía 733 días que no jugaba y ganaba en Wimbledon. “Estoy contento porque hacía un par de años que no ganaba buenos partidos en este torneo”, dijo el español.

Tanto Murray como Nadal tiene en juego más que el título en la edición de este año. Son dos de los tres tenistas que el 17 de julio puede ser uno del mundo.

FERNANDO TETES

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