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La hora de la resurrección

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Cuevas jugó una final memorable para vencer a Pella en el ATP de Rio. Foto: AFP
YASUYOSHI CHIBA

Cuevas, Pella y del Potro tuvieron el premio al sacrificio.

El fin de semana el tenis sudamericano vivió el milagro de la resurrección. Pablo Cuevas, Juan Martín del Potro y Guido Pella dan fe que soñar tiene su rédito. Es verdad que en el caso de Pablo Cuevas su regreso podría situarse en Bastad y Umag 2014, cuando ganó sus dos primeros títulos de ATP en individuales en semanas consecutivas, pero seguramente el partido más esperado fue el de abril de 2013 ante Mateo Viola en el challenger de Santos, que lo ponía de nuevo en cancha y lo hacía ser tenista.

Antes, en mayo de 2011, había dejado el tenis para ver qué le sucedía a su pierna. Tras semifinales en Estoril donde cayó ante del Potro en primera ronda tras superar la clasificación en Roma (lo venció Kubot) y el retiro ante Veic en París, llegaría un calvario que hubiera hecho dejar el tenis a cualquiera; incluso Gabriel Markus, tenista argentino, con su misma lesión, no volvió nunca más a jugar.

Cuevas se operó dos veces, nunca dejó de entrenar su físico en la medida de las posibilidades que le daba su recuperación, un día llegó a calentar para jugar el quinto punto de una serie en la Copa Davis para salvar a Uruguay del descenso, pero al final no fue necesario su ingreso (pocos se percataron de eso, y para su suerte uno de los que nunca supo fue su médico, que en ese momento le tenía prohibido jugar tenis) y la siguió peleando.

Está 27 esta semana y con eso le bastaría para igualar con Diego Pérez la marca de mejor uruguayo, aunque ya la superó antes cuando estuvo 21. Es el único tenista local que ganó un ATP 500 y está tres del mundo en dobles a comienzos de este año. Roland Garros 2008 no cuenta en esta historia desde 2011 hacia acá porque en ese momento aún no sabía lo que le deparaba el destino.

sin plata.

En 2014 Guido Pella dejó de jugar tenis. La cabeza no le daba para más. Estaba enojado con él mismo, su familia, su entorno.

En un apartado antes de jugar ante Djokovic en Roland Garros, sentado en un sillón en una de las salas de prensa secundarias, estaba feliz en 2013 porque había pasado su primera ronda en un Grand Slam. Un año después no podía soportar la presión del tenis de los que tienen que pelearla día a día y en ese momento ya había sido top 100.

"Hace cinco o seis años tuvimos ocho top 100 en Argentina, que eran verdaderos cracks. La gente se acostumbró a ver cracks, pero ser 20 o 30 del mundo es impresionante", comentaba por ese entonces a Ovación.

"El tenis es muy ingrato, buscás soluciones y te presionás, pero no siempre aparecen", agregaba entonces, y compartía las dificultades de los jugadores de bajos recursos, que tienen presupuesto escaso y deben pelearla para ser competitivos.

No disfrutaba del tenis en 2014 y decidió cortar con el sicólogo, buscarse a sí mismo y además, este año decidió contratar a Gustavo Marcaccio, el mismo que visitó Montevideo con Máximo González y estuvo en el circuito con Juan Mónaco. Esta semana entrena debutando en el equipo argentino de Copa Davis, está entre los 50 mejores y quedó a un paso de ser el primer tenista de su país.

Eterno regreso.

Meses esperando la noticia hasta que salió casi de una semana a la otra. Juan Martín del Potro volvía a las canchas luego de tres operaciones de muñeca y una larga historia.

Queda en el anecdotario la catarata de preguntas sobre su muñeca y el revés a dos manos tras cada partido en Delray Beach.

Se fue del torneo en semifinales ("más de lo que esperaba") y con buenas sensaciones. Sin entrenador fijo porque Franco Davín y él disolvieron su vínculo, de hecho el de Pehuajó ya trabaja con Dimitrov, "delpo" ha dicho que "esta semana gané más que un torneo" luego de ganar tres de cuatro partidos, incluyendo a Jeremy Chardu, 30 del mundo.

Ahora, camino a Indian Wells, buscará seguir mejorando aunque su ranking 420 sea lo menos importante. Está en carrera nuevamente tras aquella salida de Miami derrotado física, mental y sobre todo sanitariamente por Vasek Pospisil en primera ronda. Pasó casi un año y la Torre de Tandil regresó este fin de semana.

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Cuevas jugó una final memorable para vencer a Pella en el ATP de Rio. Foto: AFP

TENISFERNANDO TETES

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