Según el periodista Arash Madani, Wawrinka enfrentó a Kyrgios en el vestuario y le señaló que lo que tuviera decir, se lo dijera en la cara. También afirmó que personal de ATP y otros jugadores debieron interceder para separarlos, y que el australiano sólo atinó a decir que sus dichos fueron "en caliente."

Lo cierto es que Kyrgios se disculpó de forma políticamente correcta al otro día en su cuenta de Facebook.

Mark Woodforde, exnúmero uno de dobles en 1992, dijo que "como australiano estoy amargamente decepcionado de que un compatriota en un ámbito competitivo, en el fragor de la batalla, haya llegado a esos comentarios despectivos".

Marc Rosset, compatriota de Wawrinka señaló: "Kyrgios se equivocó de deporte. Esa forma de hablar nada tiene que ver con el tenis. Él camina vagamente con sus auriculares tapándose los oídos, marcando estilo con ese lenguaje ofensivo y del típico deportista estadounidense". Luego profundizó al añadir que "estamos ante un problema generacional real, de adolescentes sin educación que ganan cifras astronómicas y se creen los reyes del mundo. Es muy triste".

TenisF.T