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Un Dios aparte: Tsitsipas, la nueva joya

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Foto: Reuters.

TENIS

El griego estuvo al borde de la muerte en 2015 y hoy disfruta de un gran presente.

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Es el tenista del momento. Más allá de haber quedado eliminado en la primera ronda del Masters 1.000 de Cincinatti, el mundo del tenis habla de Stefano Tsitsipas.

El griego de 20 años es la grata sensación del circuito y, además, vivió una situación muy particular que bien pudo haber cambiado su destino.

Es que Tsitsipas estuvo a punto de perder su vida hace tres años. En 2015, casi se ahoga en el Mar Egeo, cuando nadaba en la Isla de Creta.

“Nunca nos dimos cuenta de que el mar estaba difícil. Nos metimos en el agua con unos amigos y la corriente nos fue llevando. Empecé a tragar agua. Me estaba ahogando. Fue la única vez en mi vida que sentí que me moría, una sensación horrible de que todo se terminaba ahí”, contó el tenista a la ATP.

“Mi papá, que nos miraba desde la orilla, se metió, nadó hasta nosotros y me tiró con fuerza hasta una roca. Ahí pude volver a respirar con normalidad y después, lentamente, volvimos a la costa. Una experiencia muy fea que nunca olvidé”, recordó el griego, agregando que “sentí que Dios me quiso dar una segunda oportunidad y a partir de ahí cambié mi forma de pensar”.

Nació de nuevo. Y su segunda vida la empezó con el tenis. Un año después de haber superado ese episodio, Stefano se convirtió en jugador profesional.

Más allá de eso, el tenis ya formaba parte de su vida y es un asunto de familia. Su padre Apostolos fue jugador, al igual que su madre, Julia Salnikova, quien defendió a la URSS en la década de 1980.

Cuando Stefano tenía 3 años, sus padres, que se conocieron, para variar en un torneo de tenis, trabajaban como entrenadores en un resort de verano y ahí comenzó su idilio con la raqueta.

Los años fueron pasando y el destino de ese niño griego era el deporte. No había otra opción en el horizonte. Es fanático del fútbol, hincha del Olympiakos, y también del básquetbol, pero el tenis parecía ser el camino.

Y lo fue. Cuando Stefano cumplió 12 años, Apostolos Tsitsipas se dedicó de lleno a entrenar a su hijo que hasta cursaba sus materias del colegio por internet para sumar horas en su deporte favorito.

Roger Federer es el ídolo de Stefano, quien nació en 1998, año en el que el suizo debutó como profesional en el circuito.

Hoy, con 20 años, Tsitsipas está llamado a ser un gran figura del tenis y, con su Dios aparte, ya lo empezó a demostrar.

Un gusto que muy pocos pueden darse

Stefano Tsitsipas tuvo un gran Masters 1.000 de Toronto, torneo en el que llegó a la final, pero a pesar de caer frente al español Rafael Nadal se dio un lujo: ganarle a cuatro Top 10 en menos de una semana. El miércoles pasado derrotó a Dominic Thiem (octavo del mundo), un día después venció al serbio Novak Djokovic (décimo), el viernes al alemán Alexander Zverev (hoy cuarto pero en Toronto estaba tercero) y el sábado al sudafricano Kevin Anderson (sexto).

Pero no solamente adentro de la cancha se da lujos y se divierte. Afuera también. Es que el griego tiene un canal de YouTube en que trata de descontrarcturar su vida profesional en el tenis contando algunas intimidades del circuito con cierta cuota de humor y a modo de recreación.

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