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Cuevas ya es una atracción

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Aliviado. “Siendo cabeza de serie, haber pasado la segunda ronda significa ya haber zafado de que sea un mal torneo”.
PATRICK KOVARIK

El uruguayo venció tras casi cuatro horas a Thiem y espera por Gael Monfils

FERNANDO TETES / EN PARÍS - OVACIÓN EN FRANCIA

Dicen los colegas argentinos y españoles que estaban en la sala de prensa, que cuando ganó Pablo Cuevas hubo festejo entre los periodistas.

El uruguayo se impuso 7-6(7), 7-5, 6-7(5), 7-5 luego de tres horas y 51 minutos a Dominic Thiem, el austríaco 31 del mundo, que fue campeón el sábado en Niza y que está en su mejor momento.

Lo cierto es que no eran muchos los uruguayos en la tribuna, incluyendo al entrenador de Pablo Cuevas, una familia de Trinidad que se queda hasta el fin de semana, algunos dirigentes del tenis con su esposa y un aficionado más con una bandera.

Sin embargo, Cuevas ha generado cierto movimiento entre público no necesariamente latino que grita desde "allez Pablo", hasta un "bravo Pablo" con acento extraño. Es consecuencia de su historia, pero sobre todo de su presente: está entre los 25 mejores del mundo en singles y las siete mejores parejas del mundo, ganó tres títulos de ATP en menos de un año y se lo ve sólido.

Con un juego paciente, ante un rival muy parecido a su propio juego, el uruguayo pudo dominar al comienzo, mostró algunas debilidades después, y logró el quiebre final para cerrar el cotejo y clasificar por primera vez en su carrera a la tercera ronda de un torneo de Grand Slam en individuales.

En medio de la cabecera estaba Jorge Todero, el argentino que entrenaba a Luli Mancini cuando ganó Montecarlo y Roma (a Becker y Agassi en las finales). El exentrenador del actual coach de Cuevas dijo que el uruguayo "tiene algo de Luli. Creo que ha influido mucho en su juego". Mancini y Facundo Savio estaban en el mismo lugar de la tribuna que ante Sam Groth y hacia allí también fue un rato a ubicarse David Marrero, el compañero de dobles del uruguayo.

Más atención.

Aquello del inicio de la atención que generó el triunfo de Cuevas lo pudo comprobar el uruguayo cuando entró a la sala de conferencias. "Opaaa!", dijo cuando vio a periodistas de Argentina y de agencias internacionales. Luego de responderle a ellos, se tomó un momento para hablar con Ovación, en un apretado sándwich luego de un mano a mano con la Agencia EFE, y antes de la nota exclusiva con ESPN. "Estoy muy contento por estar por primera vez en mi carrera en la tercera ronda de Roland Garros y más aún porque este era un partido muy difícil", dijo el uruguayo.

"Sabía que Thiem venía con confianza y es un gran jugador. Me imaginaba un partido largo y peleado y estoy feliz por haberlo ganado", dijo Cuevas, acomodado en el sillón para la charla.

"En los dos primeros sets sentí un poco más de dominio del juego de mi parte. Luego creo que cedí un poco más la iniciativa. No era algo muy notorio, pero pese a ser una pequeña diferencia se sentía", explicó y dijo sentirse feliz por haber salvado tantos break points.

El uruguayo dijo no estar conforme con haber llegado hasta acá, "pero me siento más aliviado. Siendo cabeza de serie, haber pasado la segunda ronda significa ya haber zafado de que sea un mal torneo", explicó.

Largo y paciente.

Tras acotar que no tiene problemas con el tobillo izquierdo y que el cansancio se le irá rápidamente, se refirió a su próximo rival: Gael Monfils. "Es un partido dificilísimo y además puede ser muy largo. Monfils tiene días que se para cinco metros atrás de la línea de fondo y te devuelve todo y otros en los que está más agresivo. Será cuestión de paciencia y de hacer lo mío".

Un francés que conoce muy bien al salteño.

Gael Monfils abre enorme los ojos, que parecen querer escapar de sus órbitas y dice: "A Pablo Cuevas lo conozco desde hace mucho tiempo y hemos entrenado juntos muchas veces". En el circuito profesional Monfils y Cuevas se enfrentaron solo una vez. "Le gané 6-4, 6-4, 6-1 en primera ronda del US Open 2008 en un partido que nos fijaron a las 11 de la mañana. ¡Una locura!". "Sé que ganó un par de títulos el año pasado y también este año. Va a ser un precioso partido entre dos tenistas que disfrutamos el polvo de ladrillo. Él jugó un partido largo en segunda ronda, igual que yo, así que tendremos que recuperarnos para este partido", agregó.

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Aliviado. “Siendo cabeza de serie, haber pasado la segunda ronda significa ya haber zafado de que sea un mal torneo”.

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