Un formidable Andy Murray fue factótum de la victoria.

De la mano de los hermanos Murray, pero sobre todo de Andy, ganador de todos sus partidos de la temporada, Gran Bretaña se quedó con la Copa Davis, ese trofeo del que forma parte desde 1904, pero que no ganaba desde 1936, la glorioso época de Fred Perry.

El dos del mundo derrotó 6-3 7-5 6-3 a David Goffin, 16 del escalafón, para cerrar la serie que le dio la ensaladera de plata a los británicos.

Más allá de la conquista 79 años después por parte de su país, y tras ganar las cuatro series del año en tres superficies diferentes, Murray se suma ahora al grupo de los cuatro mejores en una nueva categoría, la de quienes han sido campeones de la Copa Davis siendo top 5.

No fue fácil para Andy, quien soportó la presión de llevar sobre sus espaldas todo el peso de las series, ya que junto a su hermano Jamie ganó las tres series de dobles en las que jugó, sino que además, puso en lo más alto a James Ward, eterno segundo singlista, y ahora al debutante Kyle Edmund, quien hace unos días le contaba a Ovación la emoción y la adrenalina que le generaba este debut en la competencia tras irse desde Montevideo, donde jugó el Uruguay Open como parte de su preparación sobre polvo de ladrillo para la final ante los belgas.

Esta décima Copa Davis, coloca al campeón en el tercer puesto entre las naciones ganadoras de todos los tiempos, detrás, y lejos, de los 32 que tiene Estados Unidos y los 28 de Australia.

En todo caso vaya un dato alentador, es el país que debió esperar más tiempo entre dos conquistas de la Davis en toda la historia de la competencia.

Murray, quien con los 150 puntos adicionados a su ranking ATP tras ganar los dos partidos de individuales se distanció más de Roger Federer en el segundo puesto mundial, también ha logrado récords adicionales.

Es el primer tenista que gana los ocho partidos de individuales en las cuatro series del año desde que se inventó el Grupo Mundial en 1981. Es, junto a John Mc Enroe y Mats Wilander, el tercero en terminar invicto en ese rubro en una temporada.

Tan grande fue la dependencia de los británicos del juego de Andy, que transformó al mejor tenista individual de ese país en el primero en ganar los 11 partidos que jugó en el año, incluyendo su presencia en dobles y singles, desde 2005.

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