Ubicado en el puesto 514 del ranking mundial de la ATP, Martín Cuevas no es sólo la gran carta de Uruguay para buscar el ascenso en la Copa Davis, sino también el jugador de mejor ranking de todos los participantes del Grupo III que se está disputando en Montevideo.

—¿En qué condición llegas a la Copa Davis?

—Tuve un muy bien inicio en la segunda gira de esta temporada. Comencé jugando en Turquía y de tres torneos que disputé gané dos, otro en dobles y llegué a semis de otro en dobles. Fue una seguidilla de triunfos jugando a muy buen nivel incluso ante rivales muy duros ante quienes ya había perdido. Luego me fui a jugar a Suecia y eran torneos de otro nivel, pero gané otro título en dobles. En general el balance es muy bueno porque mejoré 300 puestos en dobles y me mantuve en individuales. Además, desde ahora y hasta abril de 2018 defiendo apenas 20 puntos.

—¿Cómo estás físicamente?

—Me hubiera gustado ganar un par de partidos más antes de terminar la gira pero lo bueno es que llegué a Montevideo bien y sin dolores. Estoy con mucha confianza para devolver a Uruguay al Grupo II de la Copa Davis.

—¿Qué problema tuviste en la muñeca?

—Ya me molestaba hace casi dos años. Cuando me la inmovilizaron, estuve dos meses parado, volví a jugar y luego de un año el dolor llegó a un nivel que ya era inaguantable. Decidí operarme de un gangleón que estaba pegado a un hueso, pero cuando abrieron encontraron un ligamento dañado que no había salido en los estudios. Ahí me perdí cinco meses y como me faltaba uno más para tener ranking protegido, decidí esperar para volver con todo. Por eso luego de seis meses sin jugar me costó mucho el retorno en la primera gira. La ansiedad no era la ideal, pero por suerte ya en la sexta semana gané un torneo, mantuve el nivel y ahora bien.

—Parece increíble lo de los Cuevas con las lesiones, ¿no?

—Sí. Es increíble. Pablo siempre está para darme consejos cuando las cosas no salen. Por ese lado es un fenómeno tirando la mejor onda. No he tenido suerte con las lesiones porque es la segunda o tercera vez en los últimos dos años que me quedo tres meses parado. Por eso estoy contento de volver a jugar sin dolor y estar disfrutando del mejor año de mi carrera.

—¿Cómo maneja la mochila de ser el jugador de mejor ranking de la serie, aunque en Uruguay está Marcel Felder con mucha experiencia?

—No me puse a pensar en eso, pero sí en competir y dar lo mejor, sin quejarme por nada si no se dan los resultados o las situaciones de partido. Tengo que ser positivo, porque en ese estado es cuando más partidos se ganan. Marcel tiene mil años de experiencia que por suerte se lo va a brindar a todo el equipo y está buenísimo contar con él en esta serie.

—¿Cómo te sentís para este formato de la Davis a tres sets y dos partidos por día?

—Es como un Futures porque jugás individuales y a la hora estás en el dobles. Acá hay media hora de descanso luego del singles. Es lo más parecido a los torneos que juego siempre, así que está bien. En Turquía jugué casi todos los días un single y un dobles y no tuve problemas ni dolores ni molestias.

—¿Qué sabes de los rivales?

—No los conozco mucho, pero soy muy amigo de Hugo Delien (Bolivia), que los enfrentó el año pasado y nos pasó información de tenistas contra quienes jugó. Pero hay que preocuparse por lo que hace uno y el resto del equipo, y no de los rivales.

—¿Cuánto puede ayudar una buena Davis para la segunda parte del año?

—Vendría muy bien ganar muchos partidos, porque lo que más me cuesta es ser banca. Tengo que demostrarme que puedo ganar los partidos en los que soy favorito. Eso me va a ayudar a tener más confianza también para la segunda parte del año, que es la mejor.

Martín Cuevas está en el puesto 514 del mundo, pero fue 314 el 25 de agosto de 2014. Este año ganó dos torneos Futures de individuales y uno de dobles en Turquía, y otro de parejas en Suecia. En total ha ganado siete de singles y 13 entre Futures y Challengers en dobles. Entrena en Buenos Aires con el ex tenista Alejandro Fabbri. Debutó en la Davis en 210 y lleva jugadas 12 series.

FERNANDO TETES

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