US OPEN
El juez de silla portugués dijo vivir "una situación delicada", pero dejó en claro que el "arbitraje a la carta no existe" para él.
Carlos Ramos intenta olvidarse lo más rápido posible de Flushing Meadows. Dar vuelta la página, después de la final femenina del Abierto de Estados Unidos y su enfrentamiento con Serena Williams, que más tarde la acusó de sexismo no fue sencillo.
"Estoy bien, teniendo en cuenta las circunstancias -le dijo Ramos a Expresso, diario portugués-. Es una situación delicada, pero el arbitraje a la carta no existe para mí", dijo Ramos quien admitió que no salió a la calle el día después de la final, evitó las redes sociales y leyó solo artículos de periodistas conocidos o enviados por sus amigos.
Ramos, que fue nominado para la semifinal de la Copa Davis entre Croacia y Estados Unidos, que se disputará este fin de semana en Zadar, confesó que había recibido cientos de mensajes de apoyo por parte de familiares, amigos y tenistas del circuito y que ha leído artículos "equilibrados" sobre el asunto.