Las explicaciones de Uruguay fueron suficientes: no hubo ningún gesto discriminatorio.
Finalmente, tras las explicaciones que entregara Uruguay, el caso de Federico Valverde y su festejo tras el gol de penal ante la selección de Portugal en el Mundial Juvenil Sub 20 de Corea 2017 quedó archivado.
En realidad nunca se abrió un expediente, y simplemente lo que había solicitado la FIFA era una explicación a Uruguay por la imagen que generó mucha reacción en los medios coreanos.
Como se recordará, después del remate penal con el cual puso el 2-2 ante los portugueses, Valverde se estiró los ojos con sus manos. Ese festejo habitual en el futbolista y dedicado a su amigo Edgardo Lasalvia (apodado "Chino") fue interpretado en suelo coreano como un gesto agresivo o de burla hacia los asiáticos.
Los delegados uruguayos demostraron que no hubo ninguna intención oculta en la celebración, que no se trató de ningún mensaje racista ni discriminatorio. Los argumentos fueron satisfactorios y el asunto quedó absolutamente terminado.
La comunicación oficial de la FIFA a la AUF:
#Sub20 | Comunicado de la FIFA tras infundada acusación de racismo en la Copa del Mundo sub-20. pic.twitter.com/Jihkgh4Q1e
— Selección Uruguaya (@Uruguay) 6 de junio de 2017
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