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Con el aval del Maestro viaja la Sub 23 rumbo a Colombia

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La buena onda reina dentro del plantel de la selección sub 23 de Ferreyra. Foto: Gerardo Pérez.
LEO MAINE

PREOLÍMPICO 

Previo al último entrenamiento de los dirigidos por Gustavo Ferreyra hubo una charla con Oscar Washington Tabárez.

La última práctica de la selección sub 23 previo al viaje a Colombia se atrasó aproximadamente 35 minutos, pero por un motivo más que razonable: una charla con el Maestro Oscar Wahington Tábarez.

Para muchos de los jugadores no era la primera vez que lo tenían enfrente, pero para otros tal vez sí y sin duda que 12 horas antes del viaje para defender la camiseta celeste esa charla representa una motivación especial.

Y es que el Maestro estará atento a lo que pase a partir del 19 de este mes, cuando Uruguay debute ante Paraguay en Colombia, porque muchos de estos jugadores se pueden ilusionar con estar en la selección mayor en un futuro.

La presencia en anteriores categorías, la calidad demostrada en el campo de juego y los buenos rendimientos en sus clubes determinan que este torneo también pueda servir para abrirse la puerta grande del Complejo Celeste, que los volvió a recibir para defender la camiseta celeste de la selección uruguaya.

En relación al entrenamiento que se realizó en la cancha 6, fue muy tranquilo. Los jugadores bajaron a la misma y rápidamente hicieron el típico “monito”, mientras que en uno de los arcos Carlos Nicola entrenaba con Ignacio De Arruabarrena, Cristopher Fiermarín y Rodrigo Formento, los tres arqueros de este grupo.

Las indicaciones de Gustavo Ferreyra en el entrenamiento de la sub 23. Foto: Gerardo Pérez.
Las indicaciones de Gustavo Ferreyra en el entrenamiento de la sub 23. Foto: Gerardo Pérez.

Luego hubo un momento de trabajo con pelota y posterioremente llegaron los movimientos de fútbol reducido, hasta que tocó el momento de armar dos equipos de once para hacer fútbol y donde se vieron algunas pistas del posible equipo con el que puede debutar la selección de Ferreyra en el torneo.

El final de la misma contó con una charla de varios minutos entre el entrenador y los jugadores y aunque la prensa no pudo escucharla, claro está, la misma seguramente tuvo un camino similar a la de Tabárez, de motivación y de aliento para este plantel que busca un logro importante: entrar a los Juegos Olímpicos que tantas alegrías le dio a Uruguay, pero que también le fue muy esquivo cuando volvió a competir en 2012.

UNIÓN. Quien lo mira desde afuera no solo ve un grupo con mucho potencial en lo futbolístico, también puede observar un gran trato entre ellos, algo que se ha transformado en una premisa de este proceso que se ha plasmado en todas las categorías celestes.

No faltan las bromas y también la buena onda entre ellos y también con los profesores o entrenadores alternos que trabajan día a día con los jugadores y que intentan lograr de la mejor manera lo que cada uno puede dar.

La caminata desde la sala de prensa hasta la cancha 6 estuvo llena de risas y de bromas entre los jugadores, que generaron un gran vínculo más allá de que muchos ya se conocían desde antes por sus clubes o por participaciones en otras categorías de selecciones.

Diego Rossi y Federico Viñas disputan la pelota ante la mirada de Francisco Ginella. Foto: Gerardo Pérez.
Diego Rossi y Federico Viñas disputan la pelota ante la mirada de Francisco Ginella. Foto: Gerardo Pérez.

MUY CORTO. Solo 29 días fueron los que pudo entrenar Gustavo Ferreyra con el plantel de la selección sub 23 y solo nueve con el plantel completo, ya que para cerrarlo debió esperar a Juan Manuel Sanabria, quien se encontraba disputando encuentros en España con el Atlético de Madrid.

Con ese detalle como una de las contras en la preparación para este torneo, el plantel está listo para iniciar su camino ante Paraguay en Armenia, seguirlo ante Brasil en Pereira, para luego jugar ante Bolivia y cerrar ante Perú, en ambos casos en Armenia.

También existe el hecho de que la gran mayoría de los jugadores han pasado por procesos de selecciones y que conocen tanto la idea de Gustavo Ferreyra como de lo que representa vestir la camiseta de Uruguay en un torneo continental y posiblemente global si se consigue la clasificación.

EL VIAJE. Madrugar. Eso tuvieron que hacer los jugadores dirigidos por Gustavo Ferreyra porque a las 6:35 de la mañana de este jueves partía el avión rumbo a Colombia, sede del torneo preolímpico.

Los nervios siempre presentes en cada evento de esta característica no faltarán, pero también la ilusión de que se formó un buen plantel que dejará todo en el terreno.

En la pasada jornada, luego del entrenamiento y de atender a la prensa, los jugadores observaron un video junto al cuerpo técnico, cenaron y se quedaron a dormir en el propio Complejo Celeste para estar sobre las 4:30 de la mañana en el Aeropuerto Internacional de Carrasco y emprender el viaje con una nueva ilusión celeste a cuestas. Madrugar. Eso tuvieron que hacer los jugadores dirigidos por Gustavo Ferreyra porque a las 6:35 de la mañana de este jueves partía el avión rumbo a Colombia, sede del torneo preolímpico.

Los nervios siempre presentes en cada evento de esta característica no faltarán, pero también la ilusión de que se formó un buen plantel que dejará todo en el terreno.

En la pasada jornada, luego del entrenamiento y de atender a la prensa, los jugadores observaron un video junto al cuerpo técnico, cenaron y se quedaron a dormir en el propio Complejo Celeste para estar sobre las 4:30 de la mañana en el Aeropuerto Internacional de Carrasco y emprender el viaje con una nueva ilusión celeste a cuestas.

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