Uruguay vuelve a un Mundial de rugby después de 12 años. Tras las participaciones en Gales 1999 y Australia 2003, Los Teros serán nuevamente mundialistas de la mano de un proceso de selecciones que encabezó Pablo Lemoine, el head coach que defendió a la Celeste en 2003.

—¿Soñaba con este momento cuando asumió como entrenador de Los Teros?

—Sí. Era uno de los objetivos que teníamos a largo plazo y si bien al principio pensábamos más en 2019 y que la continuidad de siete, ochos años de trabajo nos dieran esa clasificación, el Centro Charrúa permitió que se acelerara el proceso y llegó antes.

—¿Cuánto cambio el rugby uruguayo con un lugar como el estadio Charrúa?

—En todos los programas de alto rendimiento te dicen que lo fundamental es asegurar el ámbito ideal de trabajo para el jugador. El estadio Charrúa nos dio eso. Es un lugar donde tenemos todo y encima con grandes condiciones. Eso asegura un perfeccionamiento adecuado para los jugadores.

—¿Cómo evalúa el camino al Mundial de Inglaterra?

—Creo que lo más difícil en el camino al Mundial fue la presión. La parte del trabajo y el desafío de estar tres años jugando partidos eliminatorios hizo al equipo muy fuerte, pero también provocó un gran desgaste. Al final nos sentíamos cómodos en ese rol de definir y nos hicimos muy fuertes en el último año, en el que se consiguió la clasificación.

—Se arrancó con un grupo, pero se fueron formando jugadores en el Centro Charrúa y hoy están en el plantel mundialista varios que hasta el año pasado eran M20. ¿Cómo se logró eso?

—Siempre fue idea de este cuerpo técnico intercalar los procesos M20 con los de la mayor. Los jugadores se fueron formando durante muchas giras y también en los partidos amistosos, tuvieron su oportunidad y claramente la competencia a nivel de selecciones es mayor y varios supieron aprovechar esa chance

—¿Qué tiene que tener un jugador para ser un Tero?

—Valores fundamentales como la humildad y el sacrificio. Nosotros no somos un seleccionado al que lo rodean los flashes o los momentos exitosos. Somos más un equipo de esfuerzo, de sacrificio, de pelear contra viento y marea para lograr objetivos. El jugador para ser un Tero tiene que tener ese perfil para dar mucho más de lo que recibe, con valentía.

—¿Cuál fue el peor momento en el camino al Mundial?

—Este año fue muy duro. Tuvimos que dejar afuera a jugadores que hace mucho tiempo estaban en el proceso y además, hubo partidos con mucha presión, ya que mucha gente pensó que porque nos habíamos clasificado al Mundial íbamos a ganar todos los partidos. Pero de las derrotas sacamos la mayor cantidad de experiencias y aprendimos mucho. El proceso fue difícil en varios momentos. El principio fue duro porque los jugadores pasaron muchos años señalados como los que no tenían que estar en la selección, que eran malos y que no tenían nivel, pero después terminaron demostrando que el final del camino fue el premio mayor.

—¿Cuánto influyó jugar más partidos amistosos que en otros procesos?

—Hacemos un esfuerzo grande para tener competencia y eso es un costo enorme para la Unión de Rugby del Uruguay (URU). Pero creo que es la gran diferencia, porque en nuestros programas no hay tantos fondos para estructuras muy grandes, pero sí tenemos un gasto muy grande para viajar a competir al exterior. Y por ahí está la clave, lo distinto, la motivación. Eso es lo que permite a los jugadores enfrentarse a otro tipo de rivales.

—¿Cuál es la carta de presentación de Uruguay al mundo?

—Uruguay va a ser un equipo que defensivamente va a generar mucho, va a agredir bastante al rival dentro del reglamento. Va a ser un equipo que no va a bajar los brazos por un tema físico sino que va a sorprender en el uno contra uno. Los jugadores se prepararon mucho para esta situación y ahí intentaremos imponer nuestro juego.

—¿Cambia en algo ser la única selección amateur en el Mundial?

—No entendemos la forma amateur o profesional de hacer las cosas, porque hay una sola: hacerlas bien. Lo del amateurismo es una excusa en la que no podemos escudarnos porque la mayoría de los jugadores que van a estar en este torneo y hoy son profesionales, comenzaron en el rugby amateur, entonces también somos representantes de ellos mismos.

—¿Con qué se vuelve conforme de Inglaterra?

—Me vuelvo conforme si los jugadores salen a la cancha a demostrar todo el trabajo que hicimos durante el proceso. Ahí voy a regresar a Uruguay y decir: Bueno, cumplimos.

Los 15 de Pablo Lemoine que enfrentarán mañana a Gales a las 10:30 son Alejo Corral, Carlos Arboleya, Mario Sagario, Santiago Vilaseca (cap.) y Jorge Zerbino; Alejandro Nieto, Juan Gaminara, Matías Beer, Agustín Ormaechea Felipe Berchesi, Santiago Gibernau, Rodrigo Silva; Andrés Vilaseca, Joaquín Prada y Mieres.

Pablo LemoineENRIQUE ARRILLAGA