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“Queremos que este Mundial deje un legado”

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Foto: archivo El País.
Archivo El Pais

La Unión de Rugby del Uruguay afronta otro gran desafío y será nada menos que la organización del Mundial “B” M20. Su presidente, Sebastián Piñeyrúa, contó cómo se llegó a lograr la confianza de World Rugby, los preparativos y la importancia del voluntariado.

- ¿Cómo logró Uruguay ser el organizador del Mundial?

- La Unión de Rugby del Uruguay (URU) es respetada en World Rugby y goza de una buena imagen. Crecimos en infraestructura, confianza, organización y transparencia, aspectos claves para poder generar un progreso. A eso se le suman participaciones regulares en Mundiales Juveniles para transformarnos en buenos candidatos.

- ¿Cuánto trabajo lleva organizar un Mundial?

- Mucho. Ese es otro aspecto donde debemos estar preparados. Se creó una comisión organizadora que primero presentó la propuesta en World Rugby y luego trabajó incansablemente, con una gran pasión para que nuestro rugby se luzca y tengan un gran evento. El trabajo de los rugbistas, el staff de eventos y el personal administrativo de la URU es excelente y están en todos los detalles para que sea una.

- ¿De dónde salen los recursos para la organización?

- La World Rugby apoya mucho para que esto sea posible y nuestro Gobierno y auspiciantes también están muy comprometidos. Tuvimos varias reuniones con Fernando Cáceres (Secretaría Nacional del Deporte) y con Liliam Kechichian y Benjamin Liberoff (Ministerio de Turismo). Siempre nos sentimos escuchados porque valoran y acompañan nuestro esfuerzo. Los hoteles a través de sus gerentes cumplen un rol muy importante para que los países que nos visitan se sientan como en su casa y disfruten de Uruguay. Es una gran oportunidad de dar a conocer el país. El tema presupuesto es difícil pero entre todos estamos convencidos de la importancia de organizar un Mundial y trabajamos en eso.

- ¿Qué impacto puede generar en Uruguay la organización de este Mundial?

- Esto es lo más interesante y en lo que más trabajamos. Estas oportunidades son buenas y queremos que este Mundial deje un legado. Nosotros buscamos que el rugby crezca en todo el país y se juegue en escuelas, plazas de deporte, colegios y clubes. Cada selección que nos visita va a las escuelas y juega con los niños, pero en este Mundial fuimos mas ambiciosos y creamos un acuerdo con la Escuela Pública gracias a la confianza de Héctor Florit y Marta Machado. Tendremos más de 5.000 niños de casi 150 escuelas de todo el país que vendrán al Charrúa y al Campus de Maldonado a vivir y ser parte del Mundial. La felicidad que está provocando eso en muchos lugares del interior y el impacto que tendrá en esos niños que nunca olvidarán ese día es una de las grandes satisfacciones que nos dejará este Mundial.

- ¿Cuánta gente se necesita en la organización?

- La Unión de Rugby del Uruguay tiene actualmente un grupo de personas capacitadas y experientes para este tipo de eventos, pero para que logremos el éxito el voluntariado es fundamental. En este punto estamos muy orgullosos de lo que hemos logrado y debemos agradecerle a todos los que se suman a colaborar para que el Mundial sea una realidad.

- En lo deportivo, ¿qué chances tiene Uruguay?

- El cuerpo técnico (Mario Lamé y Luis Pedro Achard) trabajó mucho para armar un equipo competitivo. Ricardo Martínez es un manager que estuvo en otras selecciones y aporta su experiencia estando en todos los detalles, el staff de High Performance está a disposición y como por si eso fuera poco, varios jugadores tendrán una nueva experiencia mundialista, lo que hace pensar que estarán a la altura de las circunstancias.

- ¿Es viable tener un Mundial de mayores en Uruguay?

- Siempre hay que soñar. Argentina creció mucho y hoy es una potencia que tiene ganas de dar ese gran paso de organizar un Mundial y ya lo hizo saber públicamente, por lo que jugar algún partido acá es un sueño que no podemos perder de vista.

La clave del éxito.

Piñeyrúa resaltó el hecho de contar con voluntarios para organizar un Mundial y dijo: “Los clubes ponen a disposición sus instalaciones, los rugbistas hacen de embajadores y voluntariamente dedican horas de su tiempo para atender a los países, acompañar en las prácticas y estar en cada detalle. Estoy convencido de que ellos son los que aseguran el crecimiento del rugby y son quienes con su fanatismo trasmiten los valores que destacan este deporte”.

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Foto: archivo El País.

RUGBYENRIQUE ARRILLAGA

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