FÚTBOL INTERNACIONAL

El mismo día que Karim Benzema igualaba a Roberto Carlos como el extranjero con más partidos disputados por el Real Madrid, 527, el francés hizo los dos goles que clasificaron al equipo merengue para los octavos de final de la Champions League. Los dos logros coincidieron el miércoles pasado, pero en realidad uno explica al otro: si no hubiera sido por su producción goleadora, Bezema hace rato que no estaría en el club.

Sus éxitos en Real son una revancha por su “destierro” de la selección francesa, que le impidió ser campeón mundial en 2018. Donde, en una de esas ironías que a menudo encierra el fútbol, el centrodelantero titular Olivier Giroud no convirtió ningún gol. El episodio del supuesto chantaje a su compañero Mathieu Valbuena, explicación de la decisión del técnico Didier Deschamps, no se ha cerrado (ver aparte), por lo cual Benzema por ahora no regresará al seleccionado Bleu.

Si bien desde su llegada a Madrid en 2009 desde Olympique de Lyon el francés hizo muchos goles, se terminó de destapar cuando Cristiano Ronaldo se fue del Real a la Juventus, hace dos años. En ese momento se especuló que el presidente Florentino Pérez reemplazaría al portugués con una decisión en su estilo, o sea sacando la chequera para la contratación supermillonaria de un delantero. Pero no ocurrió. Y el francés empezó a cargar con la mayor responsabilidad en el ataque del equipo.

Jorge Valdano, figura histórica del Real que hoy escribe tan bien como jugaba, comentó esta semana sobre Benzema: “Esa estética de jugador que parece haber dormido mal la siesta le generó una incómoda desconfianza entre el madridismo de rompe y rasga. no sabían ver que ese sabio jugaba para Ronaldo porque, en esos tiempos, jugar para Ronaldo era jugar para el equipo. Desde que se quedó solo, agrandó su repertorio hasta convertirse en un manual de fútbol que, en tres cuartos de campo, aclara la jugada como un clásico 10, y en el área remata como un implacable 9. Tanta clase que jamás necesitó poner cara de velocidad para convencernos a todos de que es un crack”.

Como goleador, es fácil y a la vez difícil de definir. Tiene un juego simple, directo, pero con el dominio de todas las técnicas necesarias para llevar, dominar, rematar o cabecear la pelota. Por eso puede actuar como 9 o como “9 y medio”, es decir, llegando al área desde atrás.

La prensa española asegura que no solo la ausencia de Cristiano cambió a Benzema, quien la semana que viene cumplirá 33 años. El francés ordenó su vida, que hasta hace algunos años estaba repleta de escándalos. Por ejemplo, sus constantes problemas de tránsito, derivados de su afición a manejar muy rápido. Una vez fue descubierto en una carrera clandestina por las calles de Ibiza, por ejemplo. Peor que eso, el problema del chantaje, que según se contó estuvo relacionado con amistades muy pesadas desde cuando vivía en Francia. O antes que eso, la acusación (junto a su entonces compañero de selección Frank Ribéry) de haber requerido los servicios sexuales de una menor, aunque finalmente no se llegó a juicio porque aseguraron que no sabían la edad de la chica.

Hoy, la prioridad del futbolista es su familia. Su nueva pareja es Cora Gauthier, una modelo francesa que suele evitar fiestas o eventos. Ella le dio su segundo hijo, Brahim, hoy de dos años (adeás, tiene una hija de cinco años, Melia, de una pareja anterior). Los hijos son ahora la prioridad de Benzema.

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Otra explicación para su gran momento viene de su estado físico. El diario As asegura que su secreto para perder kilos sin dejar de lado su fuerza viene de un trabajo especial en su casa, con un chaleco de electroestimulación que le permitió perder grasa y ganar músculo, mejorando además su capacidad para reaccionar rápidamente.

En el equipo “merengue”, además, ha tenido el respaldo de su técnico y compatriota Zinedine Zidane, que es una verdadero consejero para él.

“Con gol o sin gol, con Ronaldo o sin Ronaldo, con pelo o rapado, la verdad es que el lionés conserva intacta la identidad que lo catapultó muy joven a la élite, y que luego lo ha sostenido entre los más grandes, esa que le define como un fenómeno poco común, líquido, escurridizo, alérgico a las etiquetas”, escribió Marcel Beltrán en la revista Panenka.

En julio pasado, la fiscalía de Versalles (cerca de París) solicitó enjuiciar a Karim Benzema por “complicidad en un intento de chantaje” en el caso denunciado en 2015 por su excompañero de la selección francesa Mathieu Valbuena. Si es juzgado y condenado, puede ser condenado hasta a cinco años de cárcel.

Se trata de un asunto muy turbio. En junio de 2015, durante una concentración del seleccionado, Valbuena recibió una llamada telefónica en donde se le exigía el pago de 150 mil euros para no difundir imágenes grabadas con un celular, en las que aparecería el jugador en situaciones de “alto contenido sexual”.

Valbuena no aceptó el chantaje y lo denunció a las autoridades. La policía detuvo a cuatro personas durante las investigaciones, entre ellas otro futbolista internacional francés, Djibril Cissé, pero solo porque conocía a los otros tres responsables de la operación, según se indicó.

Durante las pesquisas, el nombre de Benzema apareció varias veces. Aparentemente, el jugador del Real Madrid habría tratado de convencer a Valbuena para que pagara a los chantajistas y no los denunciara.

De acuerdo con el relato de la acusación, los chantajistas, al no conseguir que Cissé convenciera a Valbuena de que pagara, le pidieron a Karim Zenati, amigo de la infancia de Benzema, para que lo convenciera para actuar como “intermediario”.

El supuesto conocimiento de Benzema con los promotores del chantaje no juega en su favor. Por lo menos hasta 2015 el futbolista no había cortado sus vínculos con sus amistades del suburbio de Lyon donde nació, muchos de ellos involucrados en actividades delictivas. La banlieue de Lyon figura entre las más peligrosas de Francia.

La Justicia deberá determinar si lo que le dijo Benzema a su compañero fue un simple consejo como amigo o si en realidad lo estaba presionando para que pagara. Según el expediente, en una de sus conversaciones sobre el tema le comentó: “¿No querés pagar? Bueno, hacé tu vida, pero yo te avisé”.

Cuando se inició el trámite judicial se dictaminó que Benzema no podría tener contacto con Valbuena. El técnico de la selección, Didier Deschamps, fue drástico y lo excluyó del plantel, por lo cual quedó afuera de la Eurocopa 2016 y del Mundial 2018.

En diciembre pasado, el Tribunal Supremo francés rechazó el recurso de los abogados de Benzema para dejar sin efecto el proceso por supuesta ilegalidad en la forma en que se obtuvieron las pruebas en su contra. Los magistrados consideraron que los investigadores no fueron más allá de los límites legítimos para obtener pruebas de su implicación en el caso, por lo cual son válidas.