SELECCIÓN

Preocupados por los largos traslados los dirigentes intentarán volver lo de las cabezas de serie en una sede fija

Ya Brasil 2014 resultó desgastante. Uruguay hizo una gran cantidad de kilómetros porque se afincó en Sete Lagoas (a 70 kilómetros de Belo Horizonte) y desde allí fue a Fortaleza (norte), San Pablo (sur) y Natal (norte). Fue, en la primera fase, la selección que más recorrido tuvo. Tuvo un viaje final que fue a Río de Janeiro para jugar por octavos de final.

En Rusia está pasando algo parecido. La Celeste está en Nizhny Nóvgorod (a unos 420 kilómetros de Moscú) y desde allí ya se trasladó primero a Ekaterinburgo (este, 1.340 kilómetros), luego a Rostov del Don (sur, 1.280), posteriormente a Samara (sureste, 675), más tarde a Sochi (1.760) para jugar octavos y ahora el regreso a Nizhny Nóvgorod. Una vez más Uruguay fue la selección que más kilómetros recorrió en la fase de grupos.

Esto se ha vuelto en una preocupación para los dirigentes de la AUF, quienes están dispuestos a hacer un nuevo intento para que se retorne a los cabezas de serie en una sede fija y que los otros equipos se muevan en subsedes cercanas. Sin embargo, difícilmente eso ocurra en Catar 2022.

Ese será un Mundial distinto, porque quedará todo cerca. Además, será el último que se disputará con 32 selecciones, ya que se aumentará a 48 para el de 2026. Y es a esta copa a la que se le quiere apuntar para volver al régimen anterior. Hasta Estados Unidos 1994, aún con 24 equipos participantes, se jugaba con subsedes fijas. El criterio se cambió a partir de Francia 1998, sobre todo porque los locales pretendían jugar en varias regiones. Eso se adoptó como norma desde entonces.

Sin embargo, los países en los que se ha desarrollado la Copa del Mundo últimamente han exigido largos desplazamientos y las delegaciones se han desgastado en ello.

Pensando en que a partir de 2026 habrá 48 selecciones y 22 subsedes (16 en Estados Unidos, 3 en México y 3 en Canadá), la idea de la AUF es proponer (como ya lo hizo luego de Brasil) que se regrese a los cabezas de serie en una sede fija. Además, como cada grupo (serán 16) tendrá a solo tres selecciones, bien pueden jugarse todos los partidos de la primera fase en la misma ciudad (o al menos cercanas) para evitar los viajes y traslados largos.

Esto, además, se proyectaría recién luego del Mundial del 2030, año del centenario de los mundiales y en el que Uruguay, Argentina y Paraguay pretenden ser elegidos como sedes.