MUNDIAL 2018

Ronaldo festejó por triplicado, rescató un punto para Portugal y sigue haciendo historia.

Nadie puede dudar que Cristiano Ronaldo es uno de los mejores jugadores y más allá de que hay muchos que lo critican por su ego, y por algunas actitudes dentro y fuera de la cancha, es un goleador nato y es el líder futbolístico y espiritual de una pobre Portugal.

Todo eso quedó claro en el encuentro de la pasada jornada, donde los lusos igualaron 3-3 con España y el futbolista del Real Madrid anotó tres goles y se convirtió en la gran figura del partido.

Le falta compañía, pero eso poco le importa a CR7 que se las rebusca para siempre complicar al rival que se le ponga adelante. ¿Tuvo suerte? Puede ser, porque el penal que le permite el primer gol fue dudoso y porque en el segundo cuenta con la complicidad de un De Gea al que la pelota se le escapa entre las manos, pero todo eso lo redimió con el verdadero golazo que hizo para poner el 3-3. El salto de la barrera, e incluso el movimiento que hace Busquets intentando un cabezazo, fueron en vano para despejar una pelota que se coló en el ángulo de un arquero que solo atinó a mirar lo que fue un golazo.

Más allá de que el empate puede haber dejado gusto a poco para ambas selecciones, para Cristiano, en lo personal gracias sus goles, puede haber dejado una sensación de satisfacción, ya que además del hat-trick alcanzó dos récords.

El primero de ellos se enmarca en que se suma a Pelé, Uwe Seeler y Miroslav Klose como el cuarto jugador en anotar en cuatro mundiales distintos ya que lo hizo en Alemania 2006 (ante Irán), Sudáfrica 2010 (frente a Corea del Norte) y Brasil 2014 (contra Ghana).

Como si eso fuera poco se convirtió en el primer jugador en anotarle un hat-trick a España en una Copa del Mundo y quedó a cinco goles del húngaro Puskas en la lucha por ser el máximo goleador de las selecciones. El iraní Ali Daei lidera esa tabla con la considerable suma de 149 tantos.