MUNDIAL 2018

Disturbios en la final del torneo con 74 muertos afectó a todo Egipto y cambió el destino de Salah.

Es imposible saber lo que hubiera pasado si no hubiese ocurrido la tragedia más grande que vivió el fútbol de Egipto en toda su historia, pero a raíz de ello fue que las actuales figuras del fútbol de aquel país tuvieron que abandonar la liga local prematuramente: Mohamed Salah y Mohamed Elneny, los actuales jugadores de Liverpool y Arsenal de la Premier League, respectivamente. Todo fue el 1° de febrero de 2012 en el Estadio Puerto Saíd.

La tragedia. Lo sucedido en aquel día negro para el fútbol mundial, así como lo mencionó en esa misma jornada el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, fue abrumador. Luego de terminada la final del torneo local de primera división del fútbol egipcio, por la “Vodafone Championship”, entre los equipos de Al-Masry y Al-Ahly, centenares de hinchas invadieron la cancha, provocando avalanchas en las gradas, pero sin la intención de festejar.

Los hinchas de Al-Masry, pese a resultar ganadores, persiguieron a los jugadores e hinchas del equipo rival con botellas, arrojando piedras e incluso armas blancas y de fuego.

El resultado de eso es el que se conoció poco tiempo después, con el correr de las horas. Lo que debería haber sido un festejo terminó con 74 personas muertas (la mayoría de ellas por traumatismos, fracturas y hemorragias), además de 500 heridas.

La causa. Lo que se vio en el terreno de juego no fue más que un traslado de las luchas políticas (extremistas) que se estaban ocurriendo en esos días en Egipto hacia el fútbol como muchas otras veces ha pasado en el país africano y en otras partes del mundo. La “Tragedia de Port Saíd”, como fue nombrada, fue por causa de la sed de venganza de los hinchas ultrarradicales del Al-Masry.

¿Por qué? Porque los ultras del club estaban fuertemente relacionados con el régimen del expresidente egipcio Hosni Mubarak, quien un año antes había sido derrocado tras 30 años como dictador.

¿Cuál era la relación con el Al-Ahly? Los ultras de este club estaban relacionados con el otro sector, con la Primavera Árabe que precisamente lo derrocó.

Consecuencias. A raíz del estado de crisis en la que se sumergió el país por la tragedia, varias fueron las medidas tomadas en medio de las investigaciones y las detenciones de decenas de personas involucradas.

Una de ellas, la más importante en lo que el fútbol se refiere, fue la suspensión de toda actividad local. Es decir que los futbolistas iban a estar parados, sin jugar por tiempo indeterminado.

Por esta decisión es que la Federación Egipcia tomó la determinación de buscarle rodaje a sus jugadores de alguna forma. ¿Cómo lo lograron? A través de algunos amistosos realizados por selecciones locales contra equipos del exterior.

Eso llevó a que, por ejemplo, la sub 23 de Egipto que se estaba preparando para los Juegos Olímpicos de Londres 2012 (incluso en abril del mismo año llegó a Uruguay para enfrentar a la sub 23 que estaba preparando Óscar Washington Tabárez) jugara un amistoso contra el Basilea de Suiza. Un partido clave para el futuro y la trayectoria de Mohamed Salah, quien en ese momento pertenecía al club por el cual fue formado: el Mokawloon Al-Arab (o Arab Contractors, como también es conocido), mismo equipo de Mohamed Elneny.

Salah en ese momento ya había debutado en el equipo egipcio dos años antes, en mayo de 2010, pero ya era una figura prometedora del fútbol egipcio. Incluso eso lo llevó a debutar con la selección absoluta en septiembre de 2011.

Pero en el amistoso jugado el 14 de marzo de 2012 entre la sub 23 de Egipto y Basilea, organizado a beneficio de las víctimas de la tragedia, el delantero en ese momento con 19 años anotó dos goles para la victoria 4-2 de su selección.

A raíz de la destacada actuación del joven talento, el club suizo le ofreció entrenar por 15 días en sus instalaciones a modo de prueba. Pero antes de terminar el plazo, Salah ya tenía una propuesta de contrato sobre la mesa.

Basilea pagó tres millones de euros por la nueva figura, que sin embargo un año y medio después ya acordaría su traspaso al Chelsea por 20 millones de la misma moneda. Un cambio brutal.

Sin embargo, en el club de Londres no fue demasiado tenido en cuenta por José Mourinho y, luego de un año en el que solo jugó 10 veces como titular, se marchó en condición de cedido a la Fiorentina en una operación de intercambio por el colombiano Juan Cuadrado.

En la Serie A encontró su lugar con la Fiorentina, donde dio el gran salto y fue muy tenido en cuenta por el entrenador violeta Vincenzo Montella, quién llegó a decir que “tal vez solo Messi sea más rápido que él con el balón en los pies”.

Incluso en la “Fiore” pudo hacerle un pequeño homenaje a las víctimas de la Tragedia de Port Saíd que tanto lo marcaron en su carrera y tanto marcaron al fútbol egipcio. Desde su presentación y hasta la marcha a la Roma, Mohamed Salah utilizó la camiseta con el número 74 en la espalda y en cada partido recordó a las víctimas.

El primer ministro egipcio en ese entonces, Kamal al Ganzouri, optó por disolver la Federación Egipcia de Fútbol así como fue comunicada en ese entonces al Parlamento del país. En el mismo momento, al Ganzouri también destituyó al gobernador de la ciudad de Port Saíd, que fue donde se disputó el encuentro, a raíz de las fuertes protestas por la falta de accionar policial pese a su presencia en gran número: 3.000 efectivos.

Por la gran cantidad de fallecidos en el momento, eran varios e impactantes los cuerpos tendidos por todo el estadio. Incluso los jugadores del Al-Ahly, que huyeron al vestuario cuando se desataron los hecho, narraron que vieron morir a cuatro hinchas frente a ellos, según afirmó el entrenador argentino Oscar Elizondo, ayudante del Al-Ahly en ese momento. “Los hinchas llegaron al vestuario con cortes, todos lastimados. Veía cómo los médicos del club se dedicaban a curar a todos los jugadores e hinchas”, comentó.

Después de los incidentes, tres históricos futbolistas egipcios que en ese momento jugaban en el Al-Ahly anunciaron su retiro del fútbol profesional: Mohamed Aboutrika, Mohamed Barakat y Emad Moteab, quienes (en distintos momentos) formaron parte de los planteles de la gran hazaña de Egipto campeón de la Copa Africana de Naciones en 2006, 2008 y 2010 de forma consecutiva. Tan solo Moteab decidió volver luego que los juicios fueron esclarecidos.

En la misma ciudad de Port Saíd (ciudad portuaria del canal de Suez), 30 personas resultaron muertas en disturbios producidos luego que un tribunal egipcio dictara la condena a pena de muerte a 21 de los más de 70 acusados de provocar la tragedia. Los incidentes se produjeron cuando los ultras del Al-Masry intentaron irrumpir en la prisión del lugar para liberar a los acusados de la tragedia, un hecho que ya había sido advertido en caso de una sentencia desfavorable para los hinchas del club e incluso llegando a amenazar con cortar el canal de Suez.