MUNDIAL 2018

Según una encuesta realizada en la web de un diario ruso dos tercios de la población no creen que su selección clasificará a los octavos de final.

Pocos rusos son los que creen que su selección nacional superará la primera fase, en la que se enfrentarán a Arabia Saudita, Egipto y Uruguay. Según la encuesta realizada por la web, dos tercios de los rusos creen que su equipo no logrará pasar la primera fase.

Ígor Rabiner, el más famoso columnista deportivo de Rusia y dueño de la web de su propio diario que realizó la encuesta comentó: "Antes había futbolistas, pero también había conflictos en el seno de la selección. Ahora, no hay conflictos, pero tampoco hay futbolistas".

Esto jamás había ocurrido con el anfitrión de una Copa Mundial, ni siquiera en las selecciones débiles y sin cultura futbolística como EEUU en 1994, Corea del Sur y Japón en 2002 o Sudáfrica en 2010.

Desde las semifinales de la Eurocopa de 2008 , todo ha sido decepciones: la eliminación en el repechaje mundialista en 2010, la salida en la primera fase en 2014 y en las Eurocopas de 2012 y 2016. Desde ese momento el desafío del nuevo entrenador ruso, Stanislav Cherchesov fue armar un equipo nuevo para el mundial, sin jugar fase de clasificación durante dos años. Tuvieron la oportunidad en la Copa Confederaciones, pero quedaron eliminados en primera ronda.

Los partidos amistosos durante los últimos doce meses no han sido de gran ayuda para el seleccionado ruso. En marzo dos derrotas con goleada ante Brasil y Francia. Hace dos semanas otra derrota por la mínima diferencia ante Austria, y sumándole un empate de local ante Turquía con jugadores suplentes. El empate tres a tres contra España fue el único con saldo positivo ya que merecieron ganar.

Debido a esta mala racha, Cherchésov ha sentado un nuevo récord negativo en el historial de la selección rusa: siete partidos al hilo sin ganar, sin dudas un resultado penoso para el país que se coronó con la primera Eurocopa (1960) y llegó hasta la semifinal del Mundial de Inglaterra 1966.

Las lesiones de Vasin y Dzhikiya en la defensa rusa, provocó la convocatoria del veterano Ignashévich, de 38 años, ya que la actual generación deja mucho que desear.

Los fanáticos rusos y la prensa crítican a los jugadores por la falta de compromiso, pero la mayoría de las críticas son dirigidas hacia Cherchésov. Rabiner piensa que los problemas en el fútbol ruso son mucho más "profundos", y que las críticas hacia el entrenador son "injustas".

El exinternacional y actual técnico Valeri Karpin, expresó su apoyo en Cherchésov, con una campaña llamada "El bigote de la esperanza", por la calva y bigote del entrenador ruso, pero ni los fanáticos ni la prensa le han seguido.