SELECCIÓN

Lucas Torreira fue un infierno marcando a Cristiano; hasta el maestro Tabárez lo destacó en la conferencia tras el encuentro de octavos de final.

Se fue a jugar a Italia sin que prácticamente nadie lo conociera en Uruguay. Surgido en 18 de Julio de Fray Bentos estuvo dos años en las juveniles de Wanderers, cuando a finales de 2013 se fue a probar a Pescara y quedó.

Con 19 años debutó en la Segunda División italiana, se ganó un lugar y lo fue a buscar Sampdoria, donde se convirtió en figura. Borussia Dortmund, Napoli y Arsenal lo fueron a buscar en este período de pases y finalmente el equipo inglés ganó la puja por 30 millones de euros, más allá de que el volante todavía no firmó.

Con apenas dos partidos como titular en la selección -luego de meterse en la lista a último momento tras su buen rendimiento en la China Cup- ya se transformó en indiscutido y ayer tuvo su examen consagratorio: anular a Cristiano Ronaldo. “Necesitábamos un escalón entre los mediocampistas que estaban jugando y la defensa, y él se adaptó rápidamente”, clarificó Tabárez en conferencia cuando fue consultado por el rendimiento del número 14, rompiendo así su regla de no hablar de jugadores puntuales en este tipo de instancias.

Torreira ya se ganó el respeto del mundo entero. De perfil bajo y humilde, es un jugador con marca, con buen manejo de pelota, con remate y veloz. Y cada día es más completo.