ASÍ LO VEO

EDWARD PIÑÓN

Empezó el lío. Bueno, en realidad no tienen ni medio argumento a su favor, pero como nuestros hermanos argentinos son muy astutos y saben venderse bien, ya metieron un poquito de color y ruido. Ahora resulta, del otro lado del Plata, que Griezmann es “el más nuestro de los franceses”.

Como lo vieron tomar mate ya se hicieron la película, pero dejaron de lado el pequeño detalle que hasta el propio Antoine hizo público en la cadena internacional -pero con mucho aire argentino- Fox Sports, cuando dijo que toma “mate uruguayo”. Y obviaron, seguramente de forma expresa, la pasión de esta gran estrella del fútbol mundial por el cantante Lucas Sugo o la banda de cumbia pop #TocoParaVos.

Para contribuir un poco con los queridos vecinos, les informamos que Griezmann en sus cuentas oficiales de las redes sociales cada vez que juega la Celeste escribe: “Uruguay no má!!”. Que pelea a Diego Godín por la rivalidad que existe entre Peñarol y Nacional, porque se hizo fanático de los aurinegros gracias a la influencia de Carlos Bueno y Cristian Rodríguez, y porque el capitán de la Celeste está identificado con los tricolores.

Que decenas de veces ha dicho que aprendió a definir mejor de cabeza por las enseñanzas de “Charly Good”. Que está eternamente agradecido con el entrenador Martín Lasarte por la oportunidad que le dio para lucirse en la Primera de la Real Sociedad.

Que festeja hasta los goles en la selección de Francia con el estilo oriental, que ha remarcado hasta el cansancio que le gustaría jugar con Luis Suárez y Edinson Cavani. Y que yo sepa ninguno de esos dos nació del otro lado del Río.

En Sudáfrica 2010 vistieron a Lionel Messi de Gardel y la respuesta de Ovación no se hizo esperar, porque colocamos a Diego Forlán como el auténtico Gardel. Hoy, más que nunca, lo que hay que establecer es que por más que quieran, por más que lo intenten, no van a poder torcer una realidad: Griezmann, además de francés, es uruguayo.