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Argentina clasificó de manera agónica a octavos de final

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Foto: Reuters
LEE SMITH

RUSIA 2018

Messi marcó su primer gol en el Mundial y Rojo le dio el triunfo a la albiceleste con una notable volea

El partido entre Argentina y Nigeria que se disputó ayer por la tarde en el estadio de San Petersburgo se vivió en Uruguay casi como un partido de la Celeste. Es que para los uruguayos, el futuro de la selección de Jorge Sampaoli era importante. Más allá de que es un potencial rival de Uruguay en los cuartos de final -no hay que aventurarse porque ambos equipos del Río de la Plata tienen partidos sumamente difíciles, contra Portugal y Francia respectivamente-, el minuto a minuto de Argentina se vivió con muchísima intensidad.

Minuto 86 y Marcos Rojo, el jugador del Manchester United surgido en Estudiantes de La Plata, metió una volea fenomenal contra el palo del arquero llegando desde la izquierda del ataque. Golazo y furor de los argentinos. En la cancha, en las tribunas y en todo el país. Es que ese gol le dio la clasificación a Argentina a los octavos de final.

Hasta ese momento, Argentina estaba quedando eliminado de la Copa del Mundo de Rusia, en algo que era impensado el día en el que se sorteó el fixture del Mundial, teniendo en cuenta los rivales que le había tocado en el grupo D.

Por fin Jorge Sampaoli le dio la oportunidad a Franco Armani en el arco, el mejor guardameta de América, aclamado popularmente por la mayoría de los argentinos.

El arquero de River Plate, que no tuvo demasiado trabajo y poco pudo hacer en el penal bien ejecutado por Moses en el inicio del segundo tiempo, tuvo una intervención clave cuando el partido estaba 1-1: tapó un propicio mano a mano ante Ighalo, poniendo muy bien el cuerpo y sacando a relucir su técnica.

Ever Banega, Marcos Rojo y Gonzalo Higuaín fueron incluidos en la oncena. El volante de Sevilla fue importante porque fue quien le metió la pelota de gol a Lionel Messi para el primer gol, con un pase de larga trayectoria que el crack bajó de manera notable con su muslo, para luego definir de forma excelente.

Cuando el partido estaba empatado y los nervios inquietaban a Argentina, que dejaba peligrosos espacios en la retaguardia, llegó la principal polémica de la tarde.

La mano pegó en la mano de Rojo dentro del área, los nigerianos se quejaron y en ese momento llegó el llamado del famoso VAR. Si bien el balón sí pegó en la mano del zaguero, el árbitro turco Cuneyt Çakir desestimó la incidencia e hizo la clara seña que la pelota había pegado antes en la cabeza y que no tuvo ninguna intención de tocarla con la mano, y en ese sentido está amparado por el reglamento. Esa fue la interpretación del juez, cuestionada por muchos.

En lo que no está amparado es en dejar jugar a un futbolista con visible sangre en su cara, como pasó con Javier Mascherano durante 20 minutos. Y lo vio, porque incluso el referente argentino le protestó una incidencia en el final, quedando cara a cara con el juez.

Sampaoli le dio ingreso a Pavón, Meza y Agüero, pero sigue sin darle cabida a Lo Celso, un jugador que le podría aportar cosas interesantes a este equipos que ha tenido carencia en la generación de fútbol; también es llamativa la poca participación que está teniendo Paulo Dybala, la figura de la Juventus.

Al final y al cabo, como Alemania, Argentina sufrió pero se metió en octavos de final y ahora comienza otra historia. La del “mata-mata” por la carrera hacia la final.

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