VMI OPINIÓN

Según los analistas, nos estamos acercando al llamado “peak of car” o “pico del automóvil”.

Nos referimos a la fecha, a partir de la cual, la producción de autos privados comenzará a descender tras haber tocado techo. Se estima que el tope se sitúe en los 100 millones de unidades al año, muy cerca de los niveles actuales que rondan en los 94 millones.

Mientras las compañías tecnológicas viven su mejor momento, la industria automotriz estaría a punto de entrar en declive. Los motivos son conocidos: el valor del vehículo, el seguro, el combustible, el mantenimiento, los atascos en el tráfico, el impacto medioambiental y el surgimiento de nuevas opciones de movilidad urbana, desde el coche eléctrico hasta el compartido.

En los mercados desarrollados, el automóvil ha perdido su encanto, sin embargo, en los países en vías de desarrollo, aún conserva su atractivo.

Hay ciertos indicios de este cambio de ciclo. La demanda mundial de automóviles disminuyó en el 2018, y si bien la caída del 0,1% fue modesta, contrasta con el incremento anual promedio del 4,1% en años anteriores.

Se avecinan nuevos tiempos para esta industria y tendremos que estar atentos.