mi opinión

NANDO PARRADO

Hace unas pocas semanas, yo escribía un artículo sobre Dan Gurney, un gran piloto norteamericano, que estoy seguro que si hubiera corrido temporadas con Lotus o Ferrari, hubiera ganado varios campeonatos mundiales.

Hoy, quiero escribir sobre otro de mis ídolos de las carreras, que se llama Vic Elford.

En 1968, cuando comenzaba a correr en rally, en su Porsche 911 llegó a sacarle más de un minuto a sus rivales más cercanos, en solamente 26 kilómetros. Porsche lo contrata al ver surgir un gran talento y corre en los 1000 Kilómetros de Nurburging. Luego logra una de las más espectaculares victorias en la Targa Florio.

Cuando le ofrecen correr en Fórmula Uno con un Cooper BRM, en su carrera debut termina cuarto en Rouen bajo la lluvia.

Dos semanas después de ganar la Targa Florio (para los que no lo saben, fue una de las carreras más difíciles del mundo recorriendo toda la isla de Sicilia), gana los 1000 kilómetros de Nurburgring, también gana las 24 Horas de Daytona y, por si fuera poco, también gana el Rally de Montecarlo.

En la lluvia, en la nieve, en las rutas de Sicilia o en los peraltes de Daytona, Vic Elford ha dejado su firma.