El presidente de la Federación Internacional de Vóleibol llegó a Uruguay para celebrar el centenario de la federación local, y habló con Ovación.

“Mi antecesor en la FIVB fue presidente por 24 años. Hace dos años reglamentamos elecciones; fue una revolución sin armas”. “Acostumbro a decir en Brasil que el vóleibol es el primer deporte; el fútbol es una religión”.

—¿Cuál es la importancia que tiene a nivel mundial el centenario de la Federación Uruguaya de Vóleibol?

—Es una fecha muy significativa para el vóleibol, porque la Federación Uruguaya (FUV) fue una de las fundadoras de la FIVB. Por eso es importante acompañarlos en este acontecimiento. Además de la fiesta, inauguramos un pequeño gimnasio de entrenamiento en el que tuvimos la oportunidad de contribuir con el piso.

—¿De qué forma puede respaldar la FIVB el desarrollo de la FUV para que sea más competitivo a nivel internacional?

—Cuando entré en la presidencia desarrollamos la modalidad del beach volley. Es una oportunidad para los países que no son tan grandes de tener parejas en los torneos importantes, porque es mucho más fácil tener una pareja competitiva que un equipo de 14. En los últimos Juegos de la Juventud, el equipo masculino uruguayo obtuvo un quinto puesto. Es un resultado fantástico para una federación que no tenía oportunidad de alcanzar esos niveles. Cuando hice mi campaña electoral, mi lema era: "Innovación y oportunidad", y en los resultados se ve que estamos cumpliendo. En los Juegos Olímpicos de Beijing, en 2008, había 30 países que participaron en el clasificatorio, para Londres 133 y para Río habrá 195. Eso quiere decir que dimos oportunidad y los países correspondieron.

—¿Qué beneficio trajo a la FIVB la adhesión de esta gran cantidad de países?

—Lo importante es que es altamente rentable en lo social y económico, porque estamos abriendo el mercado. Antes, el vóleibol estaba limitado a 40 países y la transmisión por televisión a 10; hoy ofrecemos 200 participantes y transmitimos a 100 países.

—¿Cómo se atrae a la televisión al deporte?

—La televisión es fundamental para la divulgación del vóleibol. Para hacer cualquier acción en término de mercados es fundamental la credibilidad y transparencia. Tener un procedimiento ético, aclarar la imagen del pasado y crear una nueva para el futuro. Para eso tenemos cinco tipos de controles diferentes en la FIVB. Hay que mostrar los números y qué se hace con ellos para ser confiables. En este sentido estamos muy contentos porque en la auditoría de este año tuvimos una aprobación sin reservas.

—En los últimos días hubo un escándalo con la dirigencia de la FIFA. ¿Qué opinión tiene al respecto? ¿Esta situación afecta en algún sentido a la FIVB?

—Te confieso que no sé nada de la FIFA, porque el fútbol es una cosa tan diferente del resto de los deportes. Acostumbro a decir que en Brasil el vóleibol es el primer deporte, porque el fútbol es una religión, es fanatismo, pasión. Pero sí hay que reconocer que lo que pasó es un tsunami en el fútbol. En economía se acostumbra a decir que la crisis es sinónimo de oportunidad. Si hay una crisis allá tenemos que aprovechar para desenvolver el vóleibol. Tenemos que saber qué es lo que está pasando, conversar con sus patrocinadores y mostrar al mundo que en nuestro deporte no tenemos esos problemas. Hay que aprovechar la crisis para crecer. Así es como lo veo.

"Para desarrollar el vóleibol en Uruguay, creo que la solución es que ingrese a la escuela. En los recreos, a los varones se les da la pelota y se van a jugar al fútbol. ¿Y las niñas? Hay que promover la integración y que interactúen. Es bueno desde el punto de vista psicológico, de integración de la mujer en la sociedad y es un deporte que no tiene violencia. Si eso se logra, dentro de cinco años vas a tener muchos jugadores y de la cantidad sale calidad. Paralelamente el COU junto a la Federación debe crear estructuras para que esos niños tengan un espacio para practicar el deporte. Dentro de cinco años más, seguramente tendrán un equipo de nivel para disputar regionalmente y luego, mundialmente", explicó.

Ary GraçaELIANE BENGOECHEA