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Maya Gabeira, la mujer que surfeó la ola más grande del mundo en el lugar donde estuvo al borde de la muerte

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Maya Gabeira, la mujer que surfeó la ola más grande del mundo en el lugar donde estuvo al borde de la muerte

SURF

La surfista brasileña tuvo que superar un accidente en el que casi pierde la vida, volver a surfear y luchar por el reconocimiento de la categoría femenina de olas gigantes en el surf.

Su vida parecía destinada para un guión de Netflix, la plataforma donde muy pronto participará del documental 'Human Playground'. Maya Gabeira tiene un derrotero cargado de desafíos. En 2013, mientras surfeaba en Nazaré, Portugal, la brasileña de 33 años sufrió un accidente y estuvo al borde de la muerte. Varios años más tarde, ya en 2020, el agua de esa localidad a 130 kilómetros de Lisboa le dio revancha y Gabeira domó una ola de 22,4 metros en la legendaria playa portuguesa. Un registro que ya fue inscripto en el libro de los 'Guinness World Records'. Talento y perseverancia. Y una personalidad especial para desafiar los límites.

El 2020 resultó ideal para las aspiraciones de la surfista brasileña. En febrero batió un registro que ya poseía desde enero de 2018 (20,7 metros) en las enormes olas de Nazaré. Tras una larga insistencia, siete meses después, la marca fue reconocida como la ola más alta jamás surfeada por una mujer. El número, por supuesto, le cambió la vida para siempre a la atleta. "Resultó un logro tremendo. Me parece asombroso porque el tamaño de la ola era mayor que la del ganador masculino, lo que significa que una mujer ha surfeado la mayor ola de este año. Y estoy muy orgullosa de haberlo conseguido en ese lugar, varios años después de mi accidente", explica Gabeira. Así, la deportista superó al estadounidense Kai Lenny, que el 11 de febrero dejó un registro de 21,33 metros.

Nacida en Río de Janeiro el 10 de abril de 1987, Maya es hija de la diseñadora de vestuario Yamê Reis y del periodista y político Fernando Gabeira (exiliado por la dictadura en los sesenta, fundador del Partido Verde brasileño). "Empecé a surfear en mi ciudad. Mi novio y sus amigos del colegio en ese momento me influenciaron para comenzar con el deporte. Así, aprendí en Ipanema a los 14 años en una escuela", cuenta quien también tendrá su propio documental narrado por la cineasta Stephanie Johnes. 

De ahí en adelante no paró. A los 15 años se fue a Queensland, Australia, como estudiante de intercambio. Para aprender inglés, pero sobre todo para conocer una de las principales escenas del surf mundial. A los 17 se trasladó a Hawái, y allí entendió lo que quería para su vida. De ese lugar de se enamoró, domó su primera ola de diez metros y se convirtió en profesional en 2006. "Realmente amo este deporte. Me gusta mucho entrenar y hacer deportes acuáticos como el foil surfing, kitesurf y vela. En los ratos libres me gusta ver buenas películas y series; y también sacar a pasear a mis perros durante largas caminatas en el bosque", relata.

Al borde de la muerte

Aunque para entender por completo la historia de Gabeira hay que viajar nuevamente a Nazaré, esta vez al 2013. Al momento en el que estuvo al borde de la muerte. En el mar, un monstruo gigante de agua se desplomó sobre ella, perdió el conocimiento y sufrió graves lesiones en la zona lumbar. La rescató Carlos Burle, un amigo suyo. Las malas condiciones meteorológicas dificultaron los movimientos. "Fui socorrida después de que varias olas me golpearon. Como sufrí una severa falta de oxígeno, terminé desmayándome antes de alcanzar la orilla. Mi compañero nadó hacia mí y me realizó la reanimación cardiopulmonar en la playa", detalla.

La surfista fue trasladada al hospital de Santo André en Leiria, a 40 kilómetros de Nazaré. "Fue muy difícil. Primero que nada, por el trauma físico y las cirugías a las que me tuve que someter. Y segundo por el trauma mental. Las lesiones fueron algunos de los momentos más difíciles para mí. Me tomó años recobrar la confianza y disfrutar del surf como lo hacía antes", confiesa. 

Para llegar a domar esas paredes de agua que superan los 20 metros, Gabeira (dos veces nominada a los Premios Laureus) entrena seis veces por semana. A veces los siete días de la misma, si se encuentra en plena temporada. "Pongo pasión, dedicación y disciplina en el trabajo del día a día", asegura. 

No fue sencillo el camino de Maya para lograr el reconocimiento de su récord. En este andar, Gabeira tuvo que ganar otra batalla: que también existiera la categoría femenina de surf de olas gigantes. Hasta hace poco tiempo la Liga Mundial de Surf y los récords Guinness tenían solamente una categoría, y siempre había sido ganada por hombres. Viajó a la sede de la liga, en Los Ángeles, para pedir apoyo. Pero no recibió demasiada atención. Al tiempo recurrió a una petición en la plataforma change.org para que sus seguidores la acompañaran en la cruzada. "Fue difícil que las agencias reconocieran el récord femenino porque todavía no se había establecido. Se precisaron varios cambios, tuvieron que crear una división para mujeres en el libro Guinness y eso permitió que mi récord fuera registrado como se debe", dice con una sonrisa. 

Antes de conquistar la ola XXL que le sirvió para llegar al Guinness, Gabeira ya era considerada la mayor especialista del mundo en olas gigantes. No en vano ya ganó todos los premios de la categoría (seis veces un WSL Big Wave Awards y los prestigiosos ESPY, por ejemplo). "Lo que más me inspira de mi deporte es estar rodeada por la naturaleza, el mar y sus habitantes", reconoce.

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