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Los magnates que aprovechan sus influencias dentro del deporte

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Mukesh
Mukesh Ambani, chairman of Reliance Industries Limited, poses for photographers before addressing the annual shareholders meeting in Mumbai, India, June 12, 2015. India's Reliance Industries Ltd will start commercial 4G telecommunication services by December, Chairman Mukesh Ambani said on Friday. REUTERS/Shailesh Andrade - RTX1G6H2
© Shailesh Andrade / Reuters/REUTERS

MILLONARIOS

Con los negocios hicieron miles de millones y luego se dieron el gusto muy caro de ser dueños de un equipo.

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El mayor magnate del deporte mundial no es estadounidense, chino ni ruso. Tampoco se apasiona por el fútbol, por el fútbol americano o la NBA. Se trata de Mukesh Ambani, indio, propietario de los Indios de Mumbai, un equipo de cricket. Su patrimonio neto de unos 50.000 millones de dólares lo coloca este año entre las 15 personas más ricas del planeta.

El deporte se ha convertido en un negocio colosal, por lo cual resulta lógico que los potentados de la industria, el comercio y las comunicaciones, así como las familias reales de Oriente Medio, se sientan allí en su ambiente, como cuando Rico McPato se zambullía en su depósito de dinero en las viejas historietas. Pese a ello, el origen de las fortunas no es precisamente el deporte, sino otras actividades. El fútbol, el fútbol americano, el básquet o el cricket representan para ellos un costoso entretenimiento.

Las clasificaciones de los millonarios suelen variar año a año de acuerdo con los vaivenes de sus inversiones, pero también según el medio que la realiza. Para esta nota se prefirió seguir las listas de la revista estadounidense Forbes, que se ha especializado en la tarea de detectar los caudales de los potentados.

Los que siguen las noticias del cricket en la India aseguran que 2018 fue un mal año para los Indios de Mumbai, que perdieron el título luego de tres años. Pero las finanzas de Ambani tuvieron una temporada floreciente: su fortuna casi se duplicó entre 2017 y 2018.

Ambani está al frente del gigantesco conglomerado de empresas Reliance Industries, que nació en 1966 como una pequeña fábrica textil y se expandió luego al petróleo y gas, la refinación, las telecomunicaciones y las ventas minoristas. Entre tantos negocios, el empresario compró a los Indios por 100 millones de dólares en 2008.

El cricket es un deporte de origen británico, de lentos y ceremoniosos partidos, que sin embargo atrapa multitudes en la India. Se estima que 200 millones de personas siguen sus partidos por televisión en ese enorme y muy poblado país.

La casa de Ambani en Mumbai es considerada “la residencia más lujosa del mundo”, con 27 pisos y 600 empleados para mantenerla. Cuando el año pasado se casó su hija, contrató a la artista estadounidense Beyoncé para que cantara para sus invitados.

Tradicionalmente, el propietario más rico del deporte fue siempre Steve Ballmer, dueño de Los Angeles Clippers de la NBA. Ex CEO de Microsoft, se quedó con la mayor parte de sus acciones cuando se retiró de la compañía. Y como generalmente esas acciones no paran de subir, Ballmer ha visto cómo crecía su patrimonio, que en 2019 ascendía a 41.000 millones de dólares.

Para quedarse con los Clippers, pagó 2.000 millones en 2014. Pero fue necesario que un escándalo previo. El anterior dueño, Donald Sterling, apareció en un video haciendo declaraciones racistas. La NBA lo obligó a vender, el hombre se negó pero la Justicia falló en su contra y tuvo que desprenderse de las acciones. Pese al poder económico de su dueño, los Clippers siguen siendo un equipo del montón en la NBA.

El tercero en la lista es Dietrich Mateschitz, dueño de Red Bull, la bebida energética, con un patrimonio de unos 19.000 millones de dólares. La marca pasó a denominar a cinco clubes de fútbol, entre ellos Red Bull Salzburgo y New York Red Bulls. Incluso hay uno en Brasil.

El primero de todos se llamaba SV Austria Salzburgo, pero en 2005 Mateschitz le cambió el nombre, el escudo y la camiseta para adaptarlos a la imagen corporativa de la compañía. Los hinchas se resistieron al principio, pero los títulos alcanzados después parecieron convencerlos. Como si fuera poco, el empresario posee también dos equipos en la Fórmula 1: Red Bull y Toro Rosso.

Un alemán, Hasso Plattner, propietario de los San José Sharks, un equipo de hockey sobre hielo de California, acumula riquezas por 13.500 millones de dólares gracias a su empresa de software SAP.

“No se puede ganar dinero con un equipo de hockey. Tampoco puedes ganar dinero con un hotel, y no puedes ganar dinero con un club de golf. Los tengo a los tres”, dijo con aire risueño en 2013, luego de adquirir el equipo. Con eso dejó en claro que no se trataba de una inversión, sino un gusto que se daba.

El quinto multimillonario del deporte es el ruso Roman Abramovich, propietario del Chelsea, aunque si alguien le entrega 3.355 millones de euros le cederá el club, que había adquirido por 200 millones. Por lo menos así lo anunció el año pasado.

Abramovich se hizo rico durante el acelerado y poco transparente proceso de privatizaciones realizado en Rusia bajo el gobierno de Boris Yeltsin. Sus contactos con el poder le permitieron quedarse con una empresa petrolera a precio de ganga. Luego diversificó sus inversiones en otros sectores. Se estima que su patrimonio hoy se eleva a los 12.000 millones.

Forbes ubica después a David Tepper (11.00 millones, director de fondos de cobertura), dueño de los Carolina Panthers del fútbol americano; Philip Anschutz (10.900 millones, inversor), Los Angeles Kings de hockey y LA Galaxy en fútbol; Mikhail Prokhorov (9.800 millones, inversor), Brooklyn Nets de la NBA; Micky Arison (8.900 millones, dueño de los cruceros Carnival), Miami Heat en la NBA; Stanley Kroenke (8.700 millones), empresario inmobiliario, dueño de Los Angeles Rams (fútbol americano), Arsenal (fútbol), Denver Nuggets (NBA), Colorado Avalanche (hockey) y Colorado Rapids (fútbol).

Microsoft
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wanda

El breve entusiasmo de los empresarios chinos por el fútbol internacional

Wang Jianlin, considerado el ciudadano chino más rico del mundo con su patrimonio de 31.000 millones de dólares, fue uno de los propietarios del Atlético de Madrid durante un período de tres años. Su pasaje por el club será recordado principalmente por el nombre del nuevo estadio Wanda Metropolitano, en referencia al consorcio Dalian Wanda Group del cual es principal accionista.
Luego de haber comprado en enero de 2015 el 20% de las acciones del equipo madrileño, por las cuales pagó 45 millones de euros, a comienzos de 2018 Wang se retiró del Atlético y vendió su participación al fondo israelí Quantum Pacific Group.
El grupo Wanda quedó fuera del accionariado del Atlético pero mantiene su patrocinio y el nombre del estadio, según se aclaró entonces.
El grupo Wanda acumulaba en 2017 una deuda de más de 35.000 millones de dólares, lo cual lo llevó a desprenderse de parte de sus negocios y reducir sus operaciones en el exterior.
Wang es uno de los principales empresarios inmobiliarios del mundo, con intereses además en el mundo del espectáculo y el manejo de parques temáticos.
A partir de 2015 varios millonarios chinos adquirieron clubes europeos como inversión, pero también por decisión del gobierno de Pekín. La intención era darle a China un lugar relevante en la escena mundial, así como superar el rezago de su fútbol en el concierto internacional.
Pero ese ímpetu no duró mucho, ni alcanzó resultados deportivos significativos. El gobierno ordenó dar marcha atrás y concentrar las inversiones en el fútbol local.
Esto provocó que los clubes chinos comenzaran a contratar figuras internacionales por precios estratosféricos para jugar en su liga profesional, hasta que también llegó el frenazo.
La Federación china comenzó a exigir a sus clubes un pago equivalente al importe total de la transferencia de un futbolista extranjero a un fondo de desarrollo del fútbol
a nivel local.

familia

El jeque del City está “fuera de concurso”

Forbes dejó afuera de los magnates del deporte al dueño del Manchester City, el jeque Mansour, debido a que no es posible separar su fortuna de la de su familia y de los fondos del gobierno de los Emiratos Árabes Unidos. Algunas estimaciones sobre su patrimonio hablan de 40.000 millones de dólares.
Mansour bin Zayed Al Nahyan es viceprimer ministro de los Emiratos Árabes Unidos y medio hermano del actual presidente de los EAU, Khalifa bin Zayed Al Nayhan. También es ministro de Asuntos Presidenciales y miembro de la familia real de Abu Dhabi: su padre era el emir de Abu Dhabi, Sheikh Zayed bin Sultan Ak Nahyan.
En realidad, el Manchester City es propiedad del consorcio City Football Group. Este, a su vez, pertenece al Abu Dhabi United Group, del cual Mansour posee 86% de las acciones.
“Mi amigo Pep Guardiola me contó lo que pasa cuando quiere para el City un jugador que cuesta 100 millones. Él reúne algunos videos de este jugador y vuela para ver al jeque. Una vez allí, hay una opulenta comida durante la cual le enseña los videos y el jeque transfiere el dinero. Al día siguiente el jeque sube el precio del gas un poco y ya ha recuperado el dinero”, afirmó una vez, medio en broma, medio en serio, Uli Hoeness, presidente del Bayern Munich.
Más allá del chiste, la UEFA tiene en la mira el “doping financiero” del City y otros equipos respaldados por los petrodólares del Golfo, pues considera que esa constante inyección de dinero vulnera el fair play. En marzo pasado elevó el caso a sus tribunales internos y una eventual sanción podría llegar a la suspensión para jugar la Champions League.

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