MI OPINIÓN

NANDO PARRADO

Es realmente increíble, que en el Reino Unido, se compren más autos descapotables, que en todos los países mediterráneos juntos.

A pesar de su clima inhóspito y habitualmente bastante lluvioso, a los británicos les gusta circular con la capota baja.

A mí me gustan los descapotables y he tenido alguno y lo único que arruina la experiencia de conducir a cielo abierto, es la lluvia.

Para explicar la singularidad inglesa, algunos aluden, que más que por las sensaciones, los descapotables se compran por estética o status. Otros al prurito inglés por exprimir hasta el último rayo de sol.

Después de probar el Mazda MX5, que es una coupé - cabrio con techo rígido, hoy la compra de un descapotable es tan racional como la de un techo rígido. Se amplia muchísimo la capacidad de uso de un auto de este tipo, ya que el techo metálico retráctil, es de muy fácil y rápida apertura y cierre. Las sensaciones de los olores, las vistas y la brisa en el rostro, antes reservadas a los descapotables de techo de lona, ahora son mucho más accesibles.

Y sin la complicación de ganchitos temperamentales o el cuidado extremo que requiere una capota.