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Familia de maratonistas

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Podio. Cristhian Zamora subió a lo más alto en la Half Maratón, que hizo como preparación a la Maratón Buenos Aires. Foto: organización Half

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Cristhian Zamora va tras los pasos de su padre y de su hermano en los Juegos Olímpicos.

Zamora, un apellido relacionado con el atletismo en Uruguay y con presencia internacional. El domingo, el legado de la familia tuvo en lo más alto de la Half Maratón (una de las principales carreras de calle de nuestro país) a un tercer miembro: Cristhian. Hizo un tiempo de 01:07:47, promediando 03’14’’ por cada uno de los 21 kilómetros.

Con cuatro años de dedicación a la competencia de elite (tiene 27 años), Cristhian Zamora tiene por delante varios más para perseguir las grandes marcas que dejó su padre Nelson (ahora 59) y aún deja su hermano Andrés (35) y para imponer las suyas.

“Empecé hace cuatro años a correr como elite, pero hace más de 12 que estoy corriendo. Salía a trotar a veces con mi padre o con mi hermano”, comentó sobre los inicios a su pasión y ahora también a su profesión del atletismo.

“Empecé porque me gustaba mucho. También por mi trabajo, yo soy militar. Empecé a aparecer adelante en las carreras, entre los primeros 50, tampoco es algo tan adelante” -acota- “y me ayudó poder entrenar en horario de trabajo. Eso me facilitó poder mejorar al entrenar doble horario: de mañana en el trabajo y de tarde en casa”, agrega.

Pero con el tiempo y los logros comenzó a darle más dedicación. “Cuando empecé a acercarme a los primeros puestos mi padre quería que entrenara más y se planeó en el trabajo. Me decía que podía llegar a ser bueno, pero si entrenaba más”, comenta. “Entreno con mi padre y también tengo el preparador físico, que se llama Sebastián”.

Actualmente está preparando la Maratón de Buenos Aires, con lo que incluye su participación en carreras de 10 y 21 kilómetros. “Corrí mi primera maratón en Chile (Temuco), debuté e hice la marca para ir al Sudamericano de Maratón y ahora es mi objetivo, el 23 de septiembre”, sostiene.

En ese momento va a “tratar de bajar mi marca, con la que debuté, porque la distancia no la conocía y la corrí tranquilo, porque en realidad apuntamos a los Juegos Olímpicos”, aclara aún con dos años por delante antes que llegue Tokio 2020.

Su padre Néstor completó la maratón en Barcelona 1992 y su hermano Andrés lo hizo en Río 2016. “Estaría muy bueno que la familia completa sea de atletas olímpicos”. ¿Por qué no estar los dos hermanos juntos? “Estuvimos hablando de eso”, confirmó. “Queremos hacer toda una preparación juntos sobre todo por mí, él lo hace por mí para que pueda juntarme con él, porque ya tiene varias maratones arriba”.

Pero también tiene claro que así como debutó mejor a como lo habían hecho ellos, también podrá ir tras sus registros. “Supongo que el día de mañana ellos estarán contentos si yo les bajo una marca. En 5.000 metros tenemos las marcas más o menos parecidas con André y en 10.000 también”.

Además, su padre es su entrenador. “Trata de ir siempre a la pista y marcarme los detalles, pero intento que no vaya mucho por un tema de frío. Tiene 59 años, no da para que se ande moviendo mucho, je. A veces me pasa los entrenamiento, yo los hago y listo”, comentó sobre quien el domingo tuvo el lujo de subir al escenario a entregarle el premio a su hijo. “La gente de la organización lo hizo subir para entregarme el premio. ¡Eso no estaba en los planes! Ja”, dice.

Ahora Cristhian se va a Salta, en Argentina, para preparar el Sudamericano de Maratón con 30 días a 2.000 metros de altura, con la ilusión de lograr la marca para Tokio 2020 y con el honor de correr como la sangre de atleta que le corre por las venas.

Abrazo. Cristhian Zamora recibe el premio de la Half Maratón de las manos de su padre, Nestor. Foto: Emiliano Esteves
Abrazo. Cristhian Zamora recibe el premio de la Half Maratón de las manos de su padre, Nestor. Foto: Emiliano Esteves

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