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La experiencia uruguaya en el Tour de France

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Bicicletas. La mayoría viaja con la propia desde Uruguay; de lo contrario, alquilan.

CICLISMO

Ciclistas recorren rutas y montañas de las etapas momentos antes que pase el pelotón de la competencia

Lo que empezó como una experiencia entre amigos hace 10 años, terminó con excursiones grupales bajo la organización del mismo Tour de France. Por ello, desde el martes hay 15 uruguayos en Francia en cinco de las últimas etapas de la principal competencia de ciclismo.

“A las 7 de la mañana salimos en un ómnibus de la empresa. Vamos hasta un cierto lugar. Desde ahí pedaleamos por las rutas que horas más tarde va a ver pasar el Tour, hasta el destino”, cuenta Gustavo Pintos, uno de los guías.

“Pedaleamos por las rutas que horas más tarde va a ver pasar el Tour, hasta el destino”

Gustavo Pintos
Gustavo PintosEntrenador

En 2010 fue su primera vez. Fue cuando conoció a Ronan Pensec -exciclista profesional y actual consultor técnico de televisión para France Télévision- quien organiza excursiones oficiales del Tour. “Me parece la diferencia más grande... Te preguntás: ¿por qué no te alquilás un motorhome y lo hacés por tu cuenta? Pero no, es impagable ir con un organizador del Tour. Eso te permite hacer un Col (puerto de montaña) antes de que pase el Tour”, asegura Pablo Mateu, quien está en su quinta presencia.

La experiencia es inigualable. “Vas con tu alma, sin ruido de motores; solo con tu respiración, en una montaña, escuchando los sonidos, sintiendo los olores, viendo las caídas de agua. Te sacás las zapatillas y metés los pies en el agua del deshielo”, comparte Pablo.

“Vas con tu alma, sin ruido de motores; solo tu respiración, en una montaña, escuchando los sonidos, sintiendo los olores, viendo las caídas de agua”

Pablo Mateu
Pablo MateuCiclista

“Me pasó un año subiendo el Galibier (2.642 metros el pico), el corazón me hacía ‘pac, pac, pac’, escuchaba el ruido de la respiración y el deshielo. De pronto me encuentro que era todo nieve. Me bajé y caminé por la nieve. Parece que tocás el cielo”, recuerda Gustavo. Incluso en el destino esperan por ver al pelotón de competidores llegar. “También tenemos instancias que podemos estar al lado de los ciclistas”.

Paisajes. Hay llano y, en últimas etapas, mucha montaña.
Paisajes. Hay llano y, en últimas etapas, mucha montaña.

En la ruta “toda la gente que alienta a los ciclistas también nos alienta a nosotros. Hay muchos grupos, por momentos somos 500”.

La preparación es clave. Hay más de 50 kilómetros de pedaleo en cada etapa y mucha inclinación por la montaña. Antes de ir “hay que hacer muchos kilómetros y buscar terrenos que tengan cerros: Piriápolis, con el San Antonio; Minas, con el Ramallo; en Montevideo usamos mucho Bulevar Artigas”, sostiene Pintos, que es entrenador y se encarga de la preparación de quienes van a participar.

“Se tiene que empezar con tiempo”. Hacer “mucha gimnasia; mucho trabajo aeróbico y mucho de fuerza”, agrega.

Esto es una zanahoria muy sabrosa para alguien que se quiera cuidar y tener un objetivo a largo plazo, porque te lo planteás siete meses antes y estás con una motivación muy especial. Necesitás una preparación única y vas a terminar en condiciones óptimas”, explica Pablo. “Te preparo como si realmente vayas a correr el Tour, no 21 días pero sí 10”, añade Gustavo, quien va por su sexto Tour. “Es una adicción”, sentencia Pablo.

Cada vez son más ciclistas

Arrancaron en el año 2012 bajo la organización del francés Pensec. De los seis participantes de ese año fueron 16 al siguiente; 15 en el presente. Las edades van de los 35 a los 67, hombres y mujeres. Cada grupo de 20 personas tiene dos guías, un mecánico en camioneta y el ómnibus. En esta edición hacen cinco de las últimas seis etapas: la 16°, Nimes-Nimes; la 17°, Puente del Gard - Gap; la 18° (hoy), Embrun - Valloire; la 19°, Albertville - Val Thorens; y la 21° (la última) de Rambouillet a París.

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