MI OPINIÓN

"NANDO" PARRADO

Leía sobre como Lewis Hamilton llegó a la Fórmula Uno, a puro talento, con su padre trabajando en dos trabajos, para poder cubrir los costos de sus carreras de kart.

Luego fue visto muy temprano por McLaren, que financió mucho su carrera en los monopostos, hasta llevarlo a la F1.

Hoy, haciendo cálculos con un amigo periodista inglés, se necesitan millones de dólares, para que un piloto pueda llegar a la Fórmula Uno. Hay que empezar muy temprano, tal vez a los 10 ó 12 años en kart, luego pasar a las fórmulas de monopostos junior, F.3, F.2 y si a lo largo de todos esos años ha ganado campeonatos, puede ser que algún equipo de F.1 lo pruebe, lo que no significa que lo contrate. Desde el inicio en karts, hasta que termina en la F. 2, un piloto necesita un presupuesto de aproximadamente cuatro a cinco millones de dólares. Los padres se cansan en algún momento del recorrido y los sponsors no aparecen. Mercedes, Ferrari y Red Bull, tienen su “escalera de talentos”, por lo que aspirar a ser uno de los pilotos que hay en Fórmula Uno, es un sueño casi imposible. Hay que apuntar hacia otras categorías, como lo ha hecho Santi Urrutia. Hay un mundo fuera de la F, 1 para pilotos profesionales.