La atleta colombiana ganó su vigésima quinta victoria consecutiva en triple salto, este jueves, en la sexta prueba puntuable de la Liga de Diamante. Son casi tres años los que lleva sin perder.

La colombiana Caterine Ibargüen, que acumula ya casi tres años sin conocer la derrota, sumó este jueves en Oslo su vigésima quinta victoria consecutiva en triple salto, en los Bislett Games, sexta prueba puntuable de la Liga de Diamante, con una marca de 14,68 metros.

Ibargüen, vigente campeona del mundo de la especialidad, no encontró en esta ocasión rival en la rusa Yekaterina Koneva, la atleta que a punto estuvo de romper el pasado 30 de mayo en Euegene (Estados Unidos) la racha victoriosa de la colombiana.

Si en la localidad estadounidense Koneva obligó a Ibargüen a volar hasta los 15,18 metros en su último salto para evitar la derrota, en esta ocasión la atleta rusa nunca fue rival de la colombiana. Hizo un errático concurso, con tres nulos incluidos, que la relegaron a la cuarta plaza con un registro de 14,36 metros.

Caterine Ibargüen superó esa marca en su primer intento, en el que la de Apartadó llegó a los 14,40 metros.

Completaron el podio la búlgara Gabriela Petrova, que concluyó segunda con un mejor salto de 14,57, y la ucraniana Olha Saladukha, campeona del mundo en 2011, que logró una marca de 14,46.

"Cada victoria es buena. Ahora llevo veinticinco consecutivas y espero poder prolongar esta racha lo máximo posible. Hoy no ha sido nada fácil a causa del viento y me ha costado adaptarme a la superficie", señaló Ibargüen en declaraciones difundidas por la Federación Internacional.

Con su triunfo en Oslo, la atleta colombiana, que ya se impuso en las pruebas disputadas en Shanghai (China) y Eugene (Estados Unidos), se afianzó en la primera plaza de la Liga de Diamante, uno de los tres objetivos que se ha marcado para la presente campaña.

"Esta temporada tengo tres objetivos, ganar el Mundial de Pekín, la Liga de Diamante y los Juegos Panamericanos de Toronto", reconoció la colombiana, que no pierde desde el 5 de agosto de 2012, cuando fue superada en la final de los Juegos Olímpicos de Londres por la kazaja Olga Rypakova.

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