AVENTURA

Los atletas deben correr seis etapas llevando todo su equipo, por un total de160 kilómetros y con un desnivel acumulado de casi 30.000 metros.

Si los futbolistas que van a jugar a La Paz se quejan de la altura, ¿qué dirán los atletas de la Everest Trail Race? Esta semana se anunció la realización de una nueva edición de esta prueba de trecking, presentada como “la competencia más difícil del mundo”.

A partir del 9 de noviembre, los participantes tendrán que correr un total de 160 kilómetros por senderos de montaña, con un desnivel acumulado de casi 30.000 metros. Siempre se corre entre los 2.000 y 4.100 metros de altitud, en seis etapas de entre 22 y 37 kilómetros cada una. La localidad más cercana es Solukhumbu, en Nepal, pero al sitio de la carrera solo se llega por los propios caminos de montaña o en helicóptero.

Los atletas, además, deberán llevar mientras corren todo su equipo, que incluye saco de dormir, ropa de abrigo, y manta térmica, porque las noches (muy frías, com temperaturas bajo cero) se pasan en carpas provistas por la organización. También se exige brújula y GPS, como elementos fundamentales ante una eventual pérdida de orientación debido a oscuridad, nieve, niebla o pérdida de las señalizaciones.

Los organizadores, que contra lo que se podría pensar son españoles, afirman que se trata de “una carrera exigente y con un elevado componente de aventura, apta para todos aquellos que quieran poner a prueba sus capacidades tanto físicas como psíquicas, en un entorno irrepetible”.